Por Rebeca de la Fuente. Coach Personal. www.aellas.es
Creo que estarás de acuerdo conmigo si te digo que las personas que tienes en tu entorno más cercanotienen la capacidad de influenciarte.
De este modo, si las personas que están más cercanas a ti son unos apasionados de la vida sana y el deporte, tendrás muchas más posibilidades de realizar ejercicio y comer sano, que si con quien compartes tu tiempo son personas que disfrutan con grandes comilonas y pasando las sobremesas entre copa y copa.
La influencia que puede ejercer nuestro entorno es tan importante que Jim Rhon, al que se le consideró el filósofo de los negocios en EEUU, tenía una teoría en la que afirmaba que somos la media de las cinco personas con las que más tiempo pasamos.
De ser así, y trasladándonos al mundo de la empresa, deberíamos elegir muy bien a estas cinco personas, ya que nuestro éxito empresarial dependerá de ellas.
Si mis colaboradores, mis socios, o mis empleados, son personas proactivas, valientes y resolutivas, mi éxito será mayor, que si me relaciono con personas negativas, miedosas e inoperantes.
¿Cuál es la clave para elegir un buen círculo de influencia?
Warren Buffet, el tercer hombre más rico del mundo, según la lista Forbes, nos da una pista. Él se hace estas tres preguntas siempre que va a empezar a colaborar con alguien, para comprobar que le merece la pena:
¿Me gusta esta persona? ¿Confío en esta persona? ¿Respeto a esta persona?
Si la repuesta a estas preguntas es sí, esa persona tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de tus cinco.
Una buena compañía hace que salgamos adelante, nos alienta para mejorarnos como personas y como empresarios, puede darnos ese pequeño empujón para atrevernos a dar ese paso o acelerar nuestros resultados.
Cuando en mis talleres o con mis clientes hablo del círculo de influencia, me gusta contar esta historia:
“Había una vez un grupo de ranas que viajaba por el bosque, y de repente dos de ellas se cayeron en un hoyo profundo».
Todas las ranas se reunieron alrededor del hoyo, y cuando vieron lo profundo que era les dijeron a las dos ranas que lo mejor sería que se dejaran morir.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas, y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras insistían en que sus intentos eran inútiles.
Finalmente, una de las ranas hizo caso a los desalentadores comentarios y se rindió. Acto seguido, se desplomó y murió. Pero la otra rana continuó saltando tan alto como le era posible.
La multitud de ranas le gritaba y le hacía señas para que dejara de sufrir y se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
Pero la rana saltaba cada vez con más fuerza, hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Las otras ranas le dijeron: «Cuanto nos alegramos de que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritamos».
«A lo que la rana les contestó que era medio sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más para salir del hoyo.”
Elige bien con quien compartes tú tiempo para que su influencia sea potenciadora, y si al pararte a pensar en las 5 personas con las que más tiempo pasas, te das cuenta de que su influencia es negativa, ya sabes, a cambiar de círculo, o en su defecto, a hacer oídos sordos.