Fundación Futurart

Dr. Fernando Ramón de Fata, una vida marcada por la medicina y el deporte, con Talavera como telón de fondo.

Fata Fernando

Dr. Fernando Ramón de Fata, una vida marcada por la medicina y el deporte, con Talavera como telón de fondo.


Fernando Ramón de Fata Manterola es uno de esos nombres que quedan grabados en la memoria colectiva de una ciudad. Talavera de la Reina ha sido el escenario donde este médico, deportista y ciudadano comprometido ha dejado una huella imborrable durante más de ocho décadas. Su vida, repleta de momentos de entrega profesional, pasión deportiva y amor por su tierra, constituye un ejemplo admirable de constancia, esfuerzo y humanidad.

Ginecólogo de referencia en el Hospital Nuestra Señora del Prado, exconcejal del Ayuntamiento de Talavera, fundador del Club de Golf Talavera y promotor de múltiples iniciativas deportivas, Fernando también fue olímpico, participando en el relevo de la antorcha en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, un hito que recuerda con especial emoción. Además, destaca con orgullo su participación en la inauguración de Palomarejos Golf en 2006, un campo que ha impulsado la economía y el turismo deportivo de Talavera a nivel nacional.


En Fundación Futurart hemos querido hacerle esta entrevista a modo de homenaje, pero también —lo confesamos— con cierto interés por nuestra parte, ya que tener frente a frente a una figura tan importante en nuestra ciudad siempre es un placer y una gran forma de conocer Talavera desde un punto de vista tan diferente como inspirador.


Por eso, en esta conversación hemos repasado junto a Fernando su trayectoria vital, desde sus inicios como futbolista hasta su consolidación como médico y referente ciudadano. Un testimonio cercano, lleno de anécdotas, reflexiones y una vitalidad admirable que deja patente, una vez más, la calidad de las personas que habitan nuestras tierras. ¿Nos acompañas?

Aunque es de sobra conocido por la sociedad talaverana, seguramente quede alguien, quizás los más jóvenes, que no sepan exactamente quién es usted. ¿Podría hacernos una presentación de cómo ha sido su trayectoria y cómo ha llegado hasta aquí?
Tengo 85 años y nací en Talavera. Desde muy joven sentí una gran pasión por el deporte, especialmente el fútbol. Empecé jugando en el Talavera Club de Fútbol y luego, en el año 1960, fiché con el Cádiz Club de Fútbol. Aunque me apasiona el fútbol, también sentía una gran vocación por la medicina, por lo que durante esos años inicié mi camino para convertirme en médico.
Compaginé el fútbol profesional con mis estudios durante tres años, pero llegó un momento en el que tuve que elegir, ya que ambas cosas no eran compatibles. Entonces, me trasladé a Madrid para continuar la carrera, donde cursé cuarto, quinto y sexto, y posteriormente realicé la especialidad en Ginecología. En Madrid, además, comencé a jugar al tenis, que fue otra gran afición que me ha acompañado durante años. ¡El deporte siempre ha estado muy presente en mi vida!

¿Y en qué momento decide regresar a su ciudad natal?
Siempre había querido volver a Talavera, las raíces siempre tiran de uno, así que en 1974, cuando se inauguró el Hospital Nuestra Señora del Prado en la ciudad, conseguí una plaza en Ginecología y así fue como regresé a Talavera.
La verdad es que esta fue una etapa muy importante y especial para mí, tanto en lo profesional como en lo personal, y no solo porque pude volver a mi ciudad. En aquellos años desarrollé mi carrera médica y también mis inquietudes deportivas, ya que en mis ratos libres seguía jugando al tenis con mis amigos. Tal era mi afición por este deporte que llegué a tener una pista en casa para poder jugar cuando nos apeteciera.

Así que, a nivel deportivo, del fútbol pasó al tenis. ¿Llegó a competir de forma profesional en esta disciplina o era más una afición?
En cierto modo sí lo hice, no a tanto nivel como el fútbol, claro. Pero llegué a participar en el Campeonato Provincial de Tenis de Madrid y fui campeón tres años seguidos. En el cuarto año, la Federación de Tenis de Madrid me nombró Delegado Provincial de Toledo. Recuerdo con cariño una exhibición que organizamos en Los Alcores, donde vinieron figuras como Manolo Santana y José Mandarino. Tuvimos que montar gradas adicionales, y aun así no cabía la gente. Es increíble cómo el deporte es capaz de unir a tantas personas.

Pero también es conocido por su gran vinculación al mundo del golf. ¿Cómo llegó a este campo?
La verdad es que fue por una lesión. Sufrí una lesión parcial en el tendón de Aquiles. No llegué a necesitar cirugía, pero supuso un antes y un después en mi vida deportiva (otra vez). El traumatólogo me dijo que ya no podría jugar al tenis, y aunque fue un golpe bastante duro, si algo tenía claro es que no quería renunciar al deporte.
Así que, una vez que me recuperé, empecé a jugar poco a poco al golf con mi cuñado, y la verdad es que descubrí otro deporte apasionante y que, sobre todo, podía practicar a pesar de mi lesión.

Y suponemos que este es el inicio del Club de Golf Talavera… ¿Es así?
El club nació en el año 1985, pero previamente, en mi finca y con ayuda de amigos y del Ayuntamiento —ya que entonces yo era concejal— habíamos construido unos primeros hoyos. En horas libres, operarios del Ayuntamiento ayudaron con dos o tres hoyos, y los demás los hicimos nosotros. Formamos una primera directiva con nombres como Felipe Muñoz Robles, Ulpiano Sánchez, Pablo Rocha, Luis Serrano, David Camacho y otros tantos, muchos de los cuales eran médicos como yo. Este fue el germen del club: un grupo de amigos y colegas apasionados por el golf, con ganas de llevar este deporte a un nivel superior en nuestra ciudad.

Pero también tuvo que ver en la fundación de la Federación de Golf de Castilla-La Mancha. ¿Cómo fue este proceso?
Esto fue ya unos años más adelante, allá por 1989. Fue cuando fundamos la Federación de Golf de Castilla-La Mancha. Sin lugar a dudas, fue un paso clave. Éramos un grupo muy comprometido: Felipe Muñoz fue el primer presidente y yo, vicepresidente. Como nuestro campo aún era modesto, organizábamos torneos en Madrid, en clubes como El Bosque o Retamares. Así fuimos creando comunidad y estructura, lo que nos permitió seguir creciendo y avanzando, abanderando este gran deporte.

¡Desde luego fue una gran idea! Y ahora, 40 años después, ¿cuál es la situación del Club de Golf Talavera? ¿Cómo lo percibe?
Parece que cada vez que se cumple un aniversario especial se echa la vista atrás, y los 40 es un buen número para hacerlo. Por eso, podemos decir con total seguridad que el club ha llegado muy lejos y que, a día de hoy, sigue manteniendo ese espíritu deportivo de amistad que siempre lo ha caracterizado.
Es mucho más que un club, es un lugar donde se construyen relaciones, donde se charla en lo que llamamos el “hoyo 19”, y donde seguimos disfrutando de torneos con ilusión. Por mi parte, no puedo estar más orgulloso de este proyecto y, mientras Dios me dé salud, ahí estaré.

¿Cómo definiría el golf para alguien que nunca lo ha practicado? ¿Qué cree que lo hace distinto de otros deportes?
Se trata de un deporte muy social. En el fútbol o en el tenis casi no hablas durante el partido. En el golf, desde que sales hasta que terminas, conversas con tus compañeros. Hablas de todo: política, deporte, chistes… El golf tiene algo especial, te engancha.

¿Puede compartir con nosotros algún momento especial ligado al golf que haya vivido y que recuerde con especial cariño?
La verdad es que hay muchos, pero si tengo que quedarme con uno, destacaría la vez que fui a jugar a Saint Andrews, en Escocia, que es la cuna del golf. Esa semana fue inolvidable, una sensación de plenitud tan especial que podría compararla con cuando terminé Medicina y vine a abrazar a mi padre.

Hablando de medicina, ¿qué momentos especiales o emocionantes le ha regalado su carrera como ginecólogo?
Sin duda, haber traído al mundo a tres de mis nietos. No hay mayor satisfacción que esa. Y también el cariño de la gente. A veces voy por la calle y me paran: “Doctor Fata, ¿se acuerda de mí? Usted trajo al mundo a mi hija.” Esas cosas te llenan el alma y hacen que todo por lo que un día luchaste tenga el mayor de los sentidos.

¡Es que usted ha luchado por mucho y ha vivido también grandes momentos en todos los aspectos de su vida! Recordemos que también participó en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. ¿Cómo recuerda esa experiencia?
Fue muy emocionante. Tuve el honor de hacer uno de los relevos de la antorcha olímpica. Fue un momento breve, pero con una carga simbólica tremenda. Sentí que representaba a Talavera y a todos los que han creído en el deporte como forma de vida. Aún conservo fotos y recuerdos de ese día. Siempre digo con orgullo que fui olímpico.

Otro momento en el que ha dejado huella como deportista y amante del golf fue la inauguración de Palomarejos Golf en 2006. ¿Qué ha supuesto para la ciudad la aparición de este complejo dedicado al golf?
¡Muchísimo! Palomarejos Golf es un campo extraordinario, de primer nivel, que ha traído desarrollo económico, turismo deportivo y proyección nacional a Talavera.
Su puesta en marcha fue un gran logro colectivo, fruto de muchos años de trabajo y afición. A día de hoy podemos decir que es uno de los motores de la ciudad y todo un símbolo de cómo el deporte puede transformar un territorio.

Médico, deportista, concejal… Suponemos que una gran trayectoria como la suya no es fácil de llevar a no ser que se cuente con una filosofía de vida clara y firme. ¿Le gustaría compartirla con nosotros?
La verdad es que todo en lo que me he centrado ha tenido como denominador común hacer el bien; ayudar. En medicina, un diagnóstico no puede fallar, no es como una mala jugada en el golf. Hay que ser preciso, constante. También he procurado ser buen amigo, buen padre, buen esposo.
De mi faceta de político tampoco me arrepiento. Intenté hacerlo lo mejor que pude durante la única legislatura en la que trabajé. Después me hice a un lado, ya que entendí que mis verdaderas vocaciones eran el deporte y la medicina, y a ellas decidí dirigir todos mis esfuerzos.

Aunque estuvo unos años fuera de Talavera, ha pasado aquí la mayor parte de su vida. ¿Cómo ha sido la evolución de la ciudad bajo su punto de vista? ¿Qué cambios destacaría por encima del resto?
Sin ninguna duda, Talavera ha crecido mucho, pero considero que le falta visión urbanística. Yo, por ejemplo, nunca habría hecho una ciudad con forma alargada. Creo que una buena opción habría sido cruzar el río y las vías, porque hay espacios preciosos que se podrían haber desarrollado mejor. También echo en falta una ronda norte, que complemente la ronda sur. Pero tenemos potencial. Talavera es una gran ciudad con mucho por ofrecer.

Y en cuanto al futuro del Club de Golf Talavera, ¿cómo prevé que será?
No dispongo de una bola de cristal, pero espero que siga siendo lo que ha sido siempre: un espacio de amistad, de encuentro y de deporte. No sé cuántos años más podré formar parte de él, pero mientras pueda, tengo muy claro que seguiré jugando, entregando trofeos y participando en cada evento del club. Lo más importante es que, entre todos los que lo formamos, y quienes están por unirse a él, seamos capaces de conseguir que el espíritu con el que lo fundamos siga vivo.

Seguro que un hombre con su experiencia tiene valiosos consejos que dar a las nuevas generaciones, concretamente a aquellas personas que estén pensando en dedicarse al deporte o a la medicina. ¿Qué les diría a todos ellos?
Que no se conformen y que se esfuercen. En medicina no se puede fallar. Hay que estudiar, formarse, investigar casi cada día. La formación no termina cuando a uno le dan el título, hay que mantenerse al día para cuidar a quienes se ponen en nuestras manos entregándonos su total confianza.
En el deporte, que lo disfruten, que hagan amigos, que aprendan valores como el respeto y el compañerismo. Y, sobre todo, que no olviden nunca de dónde vienen.
Y a todos los jóvenes talaveranos, me gustaría decirles que tuvieran presente que nuestra ciudad necesita personas comprometidas y con valores. Solo de esta forma conseguiremos crecer y hacer de nuestra ciudad el lugar con el que todos soñamos.

Por último, me gustaría utilizar esta plataforma para expresar mi más profundo agradecimiento a Felipe Rodríguez París, quien de manera totalmente desinteresada contribuyó al crecimiento y desarrollo del Club construyendo instalaciones y patrocinando torneos. Lo cual hizo posible que muchos disfrutáramos de momentos inolvidables en torno al deporte. Estoy sinceramente agradecido con su persona por todo el apoyo brindado y por su gran corazón

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