El de la automoción es un sector con larga trayectoria y tremendamente marcado por la innovación tecnológica, las tendencias e incluso la situación económica de cada época. Por eso, resulta poco frecuente encontrar empresas que logren equilibrar una trayectoria empresarial sólida, que no se conforme con hacer lo de siempre y que siga avanzando con ilusión y decisión tras 30 años de actividad.
Sin embargo, ese es precisamente el caso de Eboracar y Euromóvil, compañías afines con más de treinta años de experiencia que no solo representan a algunas de las marcas más reconocidas del sector, sino que además se han consolidado como referentes de buen hacer empresarial en Castilla-La Mancha.
Asentadas en la comarca de Talavera de la Reina, estas marcas han sabido mantener sus raíces locales mientras evolucionaban al ritmo del mercado, apostando por la calidad, la cercanía con el cliente y una visión empresarial centrada en las personas.
Ahora, en un gesto que reafirma su compromiso con el entorno, el grupo al que pertenecen ha dado un paso más al integrarse en la Fundación Futurart, ocasión que aprovechamos para conocer de primera mano los motivos de esta decisión, así como la historia, los valores y los planes de futuro de este grupo automovilístico.
Para ello, hemos hablado con Joaquín Rodrigo, representante del grupo quien nos ha hablado de su filosofía empresarial, actualidad del sector e incluso nos ha dado algunos consejos de lo más útiles para decidirnos por un coche u otro en caso de que estemos buscando un vehículo nuevo o matriculado.
¿Cómo se organiza un grupo como el vuestro, formado por varias empresas y con varias marcas, pero con un alma común?
En realidad, funcionamos como una única empresa, aunque legalmente estemos divididos en distintas sociedades. Esta estructura responde a cuestiones legales y fiscales, ya que algunos fabricantes del grupo Volkswagen no permiten que un mismo concesionario represente a diferentes marcas del grupo. Por eso, tenemos una empresa especializada en SEAT y CUPRA, otra en que gestiona Volkswagen, Audi y Škoda. Pero compartimos sinergias, tanto en personal como instalaciones y sobre todo, una misma filosofía empresarial.
Vuestra historia comenzó hace más de tres décadas. ¿Cómo ha evolucionado el grupo desde entonces?
Empezamos con la venta de camiones, y siete años después entramos en el mundo del turismo. Desde entonces, hemos seguido creciendo de manera estable. Siempre hemos apostado por la cercanía con el cliente, el compromiso y la continuidad. Nos llena de orgullo ver cómo familias enteras han confiado en nosotros generación tras generación.
¿Qué papel juega el contar con profesionales de la zona en vuestro proyecto?
Es uno de nuestros mayores orgullos. Actualmente contamos con grupo 65 trabajadores. Lo importante no es solo la cifra, sino la estabilidad y el desarrollo profesional de las personas. Nos gusta que los empleados empiecen con nosotros y se jubilen aquí. Muchos lo han hecho. Eso dice mucho de nuestro estilo de gestión y de su calidad como profesionales.
En un sector tan competitivo, ¿qué os diferencia realmente de otros concesionarios?
La realidad es que los concesionarios podemos parecer a simple vista bastante similares unos de otros, pero sí hay valores que nos hacen aunar proximidad con globalidad. La relación cercana con los clientes, el arraigo local, la identificación con marcas como SEAT, que los españoles sentimos como propias… Todo eso crea una conexión emocional que va más allá de la simple venta. Además, la llegada de CUPRA nos ha permitido atraer a un público más joven, interesado en la deportividad y la innovación.
La forma de consumir evoluciona y cambia contantemente en todos los sectores ¿Cómo ha cambiado el perfil de vuestros clientes en los últimos años?
Hoy diferenciamos claramente dos perfiles: uno que busca un coche práctico, económico y fiable, y otro con más capacidad adquisitiva que elige vehículos de alta gama para complementar su movilidad. Pero en ambos casos, lo que más se valora es el asesoramiento personalizado. Por eso nuestros asesores ya no son «vendedores», sino auténticos asesores para elegir el coche que mejor se adapte a cada cliente.
Hablemos de movilidad eléctrica. ¿Qué papel juega en vuestro día a día?
¡El tema del momento! Cada vez hay más usuarios interesados en este tipo de vehículos, pero la demanda todavía no va al ritmo que marca la legislación. Bajo mi punto de vista hoy por hoy, los híbridos enchufables son la opción más sensata: permiten moverse diariamente sin usar combustibles fósiles, con autonomías eléctricas superiores a los 130 km . Además, la red de carga ha mejorado mucho. Lo que falta es información veraz: los bulos han frenado más al coche eléctrico que la falta de ayudas o el retraso de las subvenciones creadas para fomentar su adquisición.
¿Cómo veis el futuro del sector y de vuestro grupo en particular?
Europa se enfrenta a una regulación excesiva que, como señalaba en su último informe el economista Mario Draghi, puede poner en desventaja a nuestras empresas frente a otros mercados. Necesitamos flexibilidad. El híbrido enchufable es un buen paso intermedio.
En cuanto a nosotros, queremos seguir creciendo poco a poco, quizá ampliar territorios, pero sin perder nuestra esencia. Dentro de diez años, espero que sigamos siendo lo mismo: una empresa cercana, sólida y comprometida.
Puede que alguno de nuestros lectores se encuentre en pleno proceso de búsqueda de nuevo vehículo ¿qué consejo le darías a alguien que esté pensando en cambiar de coche?
Que se informe bien. Más allá de modas o titulares llamativos, cada persona tiene unas necesidades concretas. El híbrido enchufable cubre muchas de ellas, pero hay quien necesita un eléctrico puro o incluso un vehículo diésel o gasolina. Lo importante es hablar con un profesional, dejarse aconsejar y evitar caer en bulos o desinformaciones.
Hace poco que os habéis incorporado como Empresa Solidaria a Fundación Futurart, ¿Qué os llevó a sumaros a Fundación Futurart?
Fue una decisión natural. Llevábamos tiempo pensándolo y finalmente nos unimos. Es importante devolver a la sociedad parte de lo que recibimos. Las organizaciones como Fundación Futurart hacen una labor fundamental, y nuestro grupo tenemos la vocación de servicio que nos hace implicarnos más en actividades en favor de la sociedad. Lo hacemos con gusto y convencimiento.