Mentalidad empresarial, crucial para el desarrollo y crecimiento sostenible
En esta ocasión quiero hablarles de la mentalidad en el entorno empresarial, ya que, cómo afecta y el impacto que tiene en el desarrollo y crecimiento del negocio, que merece la pena considerarlo. Se entiende como mentalidad empresarial a la forma en que los líderes y equipos afrontan los desafíos y oportunidades dentro del mundo empresarial, el comportamiento empresarial que hace que actuemos y nos enfrentemos a las diferentes situaciones de una manera u otra basado en propias creencias, procesos mentales, conocimientos y sobre todo en la manera del ver el mundo cada persona.
En este cambiante y acelerado mundo de los negocios que vivimos, la mentalidad empresarial se ha convertido en un factor determinante para el éxito y el crecimiento sostenible de las empresas. Una mentalidad adecuada es particularmente determinante en momentos de cambios disruptivos y sin duda, puede marcar la diferencia entre el fracaso y el triunfo. Pero que entendemos por una mentalidad adecuada, pues ni mas ni menos que adoptar una actitud proactiva frente a una postura reactiva.
Las personas reactivas se centran en lo que sucede en el presente, suelen estar atrapados en un ciclo de resolución de problemas, respondiendo a los acontecimientos y desafíos a medida que surgen sin tiempo ni recursos para planificar o innovar. Adoptar un enfoque reactivo en el ámbito empresarial presenta desventajas significativas
Por el contrario, las personas con mentalidad proactivas se enfocan tanto en el presente como en el futuro, se anticipan a las circunstancias y toman la iniciativa para influir en ellas y asumen la responsabilidad de sus acciones. Son más conscientes de su entorno, toman decisiones informadas e intervienen por influir en los eventos en lugar de simplemente reaccionar ante ellos. Se esfuerzan por tomar medidas anticipadas para evitar problemas y aprovechar las oportunidades. Están centrados en el aprendizaje continuo y la mejora constante, rápida adaptación a las condiciones del mercado, resiliencia frente a la adversidad, aprenden de los fracasos, se enfocan en soluciones, no en problemas, están en constante búsqueda de nuevas ideas.
Quiero destacar que lo importarte es tener claro que esta actitud depende de uno mismo y los resultados de las empresas están precedidos de la mentalidad de las personas que la componen y aunque cultivar una mentalidad empresarial positiva no se hace de un día para otro, es un proceso al alcance de todos que requiere enfoque, convencimiento y algo de práctica, poco a poco se va convirtiendo en un recurso incalculable que puede marcar la diferencia entre el estancamiento y la prosperidad.