El éxito deportivo de este CF Talavera SAD en la temporada pasada no se celebró con la euforia acostumbrada en la Ciudad de la Cerámica. Esa sensación puede que sea una mera suposición de quien esto firma, pero los días posteriores al partido del ascenso frente al Utebo, primero, y Torrente después, no se festejaron como en las otras grandes ocasiones del pasado. Algo no debió gustar a la familia Jiménez Pozanco, a la sazón propietarios del Club, que comenzarían a tomar decisiones drásticas poquísimos días después.

BAJAS INESPERADAS
Lo expreso porque entre las costumbres habituales de nuestro fútbol figuran las de postular a quienes alcanzan éxitos deportivos como mantenedores del proyecto. Y entre los nombres del ascenso a Primera RFEF se daban dos inequívocos: la del CEO Josué Blázquez Coleto y la del entrenador Javier Vázquez. Éste, a mediados de junio, llegaría a declarar que “siempre guardará con nostalgia el recuerdo del ascenso, que no pudo saborear lo suficiente por todo el revuelo con su renovación. Con el tiempo valoraremos muy mucho lo que hemos hecho, la unión entre afición y equipo«. Y poco después anunciaba su fichaje por el Algeciras CF. Asimismo, en su despedida argumentaba que “como entrenador, es importante saber que hay un proyecto estable, saber qué objetivos tiene quien gestiona el club”. Y está acertado en algo: la sintonía que se ha creado entre equipo y afición, casi sin precedentes desde la época de Gregorio Manzano.
Apenas unos días más tarde nos enterábamos que la propiedad —la familia Jiménez Pozanco— se traía de tierras charras un nuevo CEO. Miguel Ángel Sandoval se venía a Talavera con el cargo de Director General. El mismo día de la noticia comuniqué a Josué vía WhatsApp que si tal decisión de la propiedad le afectaba a él. No me contestó, pero apenas unas horas después presentaba su dimisión. No voy a valorar su rueda de prensa para anunciarlo, pero nadie me va a convencer que su decisión no fue debida a los motivos que expuso. Mas esto quedará para los “misterios” —uno más— de la historia del futbol blanquiazul talaverano.
NUEVO EQUIPO
La llegada de Sandoval no alteró el proyecto deportivo de un Toni García al que conocía, y bien, de su etapa en Unionistas. Poco a poco se fueron comunicando las bajas y las altas de jugadores, tras la venida del técnico Diego Nogales, hasta confeccionar una plantilla ilusionante para una afición —motor del equipo con sueños que cumplir— que poco a poco fue sacando su abono para apoyar el proyecto de aquél, que a su llegada prometió tomar medidas con “responsabilidad, esfuerzo y unión para hacer un club más profesional y participativo”. Y se llegó a sentenciar desde el propio club: “es momento de unir fuerzas y remar todos en una misma dirección”.

El comienzo liguero, con cuatro jornadas disputadas, es ilusionante tras el debut en Ferrol y el empate —puede que se mereciera más— del día de San Mateo ante el Barakaldo. Los Jaime, Aleix Roig, Álvaro López, Sergi Molina, Fran Rodríguez, Pitu Doncel, Isaiah, Luis Sánchez, Marcos Moreno, Edu Gallardo, Di Renzo, Rocafort, Bilal, Nahuel Arroyo, Pedro Capó, Arturo Molina, David Cuenca, Ayllón, Manu Farrando, Mohammed, Ridouane y el parrillano, y único canterano, Valentín Gómez Mirón.

VALEN, UN FUTURO PROMETEDOR
La llegada de Valentín Gómez Mirón, en lo futbolístico, no ha sido asunto sencillo. Este joven parrillano de tan sólo 21 años abandonaba a finales de la temporada pasada la UD Almería, tras haber debutado en la división de Plata de nuestro futbol, nada más y nada menos que el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife. Este joven chaval es uno de los integrantes de la llamada “Academia almeriense”, a la que llegó procedente del cadete del CF Talavera tras “literalmente salirse” con la selección de Castilla-La Mancha.

Alberto Lasarte sería su valedor. Llegado al club blanquiazul este verano, poco a poco sea ido granjeando la confianza de su entrenador y la admiración de los aficionados. La inversión que la familia Jiménez Pozanco ha realizado con el jugador puede resultarle muy positiva, puesto que casi todos los domingos acuden los “ojeadores” de equipos importantes a los campos donde acude Tinín —así le llaman en el ámbito familiar— a mostrar sus cualidades.
Quien esto firma está en condiciones de poder asegurar que ya veremos si el mercado invernal conserva a Valen como blanquiazul. De momento aquí está entre nosotros para orgullo del fútbol de la comarca. Él y el talaverano Luis Sánchez son nuestros únicos representantes.