La pasión por el fútbol y la experiencia acumulada en distintas disciplinas, llevaron hace unos meses a Juan José Rodríguez, Javier Vega y Alfonso Martín, presidente y vicepresidentes respectivamente de Inter Talavera, a poner en marcha una escuela deportiva que marcaría un antes y un después en la forma de entender el deporte de los jóvenes de la ciudad.
El proyecto de Inter Talavera vio la luz en marzo de este año y no ha tardado en convertirse en una de las opciones favoritas por niños y padres para practicar fútbol. Y es que esta escuela es mucho más que eso. Hemos hablado con sus fundadores para descubrir qué es eso que hace especial a Inter Talavera y qué valores marcan el minuto a minuto de su actividad. ¿Nos acompañas?

¿Cómo y cuándo surge la idea de fundar Inter Talavera?
Aunque el proyecto se hizo realidad en marzo de 2025, lo cierto es que llevábamos mucho tiempo pensando en esta idea y dándole forma.
Somos tres profesionales con perfiles complementarios, Alfonso es especialista en fútbol sala, Javi en fútbol 8 y Juan José en fútbol 11. Siempre habíamos querido trabajar juntos y unir nuestra experiencia y pasión por el fútbol en un proyecto que se diferenciase de lo que ya existía, ofreciendo algo diferente. Y siempre con la idea de poner al niño en el centro y darle un papel muy especial a sus familias.

Y a la vista de los resultados… ¡Parece que lo habéis conseguido! ¿Qué diríais que hace distinta a esta escuela respecto a otras de la ciudad?
Hemos querido romper con lo habitual. Por ejemplo, no tenemos equipos A, B o C. Todos los conjuntos llevan nombres de patrocinadores para que ningún niño se sienta de “segunda fila”. Además, aplicamos una metodología precisa: los entrenamientos se dividen en tres fases: presentación analítica de conceptos, integración en el juego y tarea competitiva. De esta forma dejamos claro a nuestros alumnos que el objetivo no es solo jugar, sino comprender el juego y disfrutarlo.
Inter Talavera comenzó a funcionar hace unos meses ¿Cómo fue la acogida desde el inicio y su evolución hasta ahora?
Sinceramente, estamos gratamente sorprendidos. Solo con la primera publicación en redes sociales la respuesta fue tan grande que triplicamos nuestras expectativas iniciales. De hecho, hemos tenido que detener inscripciones por falta de instalaciones, lo cual nos da pena porque ningún niño debería quedarse fuera, pero a veces la logística manda y entendemos que todas las escuelas deben tener su espacio.
Inter Talavera tiene unas bases muy claras, incluso un manifiesto que deja patente la intención de la escuela. En él se habla de tres pilares básicos: niños, familias y entrenadores. ¿Qué importancia tiene cada uno de ellos en vuestros el día a día?
Los tres son fundamentales. Los niños son el centro, pero necesitan un entorno sano. Queremos que los padres disfruten en las gradas, no que vivan los partidos con tensión o frustración. Y los entrenadores son clave: por eso elegimos perfiles adecuados para cada edad, con formación y capacidad de transmitir valores. El resultado deportivo importa, pero mucho más nos interesa formar personas.

¿Cómo gestionáis desde Inter Talavera la presión y las expectativas que a veces ponen los padres sobre los hijos?
Este es sin duda uno de nuestros grandes retos. Hay familias que sueñan con que su hijo llegue a ser futbolista profesional, otras lo ven como una actividad extraescolar más… Intentamos unificar esas visiones con un mensaje claro: lo importante es que los niños disfruten y aprendan.
Equivocarse es parte del proceso; no se les puede reñir por fallar, porque están aquí precisamente para aprender y, sobre todo, para divertirse, practicar deporte y crear el hábito de practicarlo siempre.
¿Con qué categorías contáis actualmente en Inter Talavera?
Contamos con equipos que abarcan desde los 4 años hasta los 15. Un gran abanico para poder ofrecer servicio a la gran mayoría de chavales y rangos de edad. En un principio también barajamos contar con juveniles pero para este primer año finalmente lo dejamos así. De esta forma asentamos las bases y a partir de ahí podremos ir creciendo.
El fútbol femenino está ganando popularidad y relevancia. ¿Tenéis previsto introducirlo en la escuela en algún momento?
¡Claro! De hecho lo intentamos pero no fue factible debido a la incompatibilidad de horarios y con otras actividades. Pero esperamos retomarlo el año que viene porque creemos que es fundamental.
Más allá del fútbol, ¿qué valores queréis transmitir?
Sobre todo la empatía, el respeto, la humildad y la capacidad para gestionar la frustración. Creemos firmemente que el deporte enseña a convivir con la derrota y con la victoria. Saber perder y saber ganar son aprendizajes esenciales para la vida. Por eso, queremos que los niños salgan reforzados como personas, incluso si no llegan a dedicarse al fútbol profesional o eligen cualquier otro deporte en cualquier momento.

¿Qué objetivos os marcáis para esta primera temporada?
Acabamos de comenzarla y la verdad que la afrontamos con mucha ilusión, pero sin prisas. Queremos disfrutar del proceso y consolidar lo que tenemos. Sabemos que los dos primeros años serán de esfuerzo y adaptación, pero si seguimos cuidando a las familias y manteniendo nuestra filosofía, el crecimiento llegará de manera natural.
Y a medio plazo, ¿cómo os imagináis el futuro de Inter Talavera?
A día de hoy ya estamos en el nivel que esperábamos alcanzar, lo cual es un regalo. Pero nuestro objetivo no es crecer por crecer. Preferimos calidad a cantidad. Estamos sujetos a la disponibilidad de instalaciones, claro, pero mientras tanto lo prioritario es cuidar y estabilizar lo que ya hemos construido.
¿Qué os gustaría que recordasen de su paso por Inter Talavera vuestros alumnos una vez que sean adultos?
Con que se acuerde de nosotros y de los buenos ratos que pasaron en la escuela sería suficiente. Ojalá alguno llegue al fútbol profesional y nos dé las gracias, como ya nos ha ocurrido en su día con jugadores a los alguno de nosotros hemos entrenado en el pasado. Lo importante es que guarden un recuerdo positivo. Queremos que el deporte sea una experiencia enriquecedora y que les deje huella como personas. Ese sería el mayor éxito.