A lo largo de nuestra vida nos enseñan y aprendemos sobre mantener conversaciones, formular preguntas, presentarnos, saber escuchar, empatizar o simplemente dar las gracias, a grosso modo nos enseñan a tener habilidades sociales.
Las habilidades sociales (en adelante HHSS) son “el conjunto de estrategias de acciones y capacidades para aplicar dichas conductas que nos ayudan a resolver una situación social de manera efectiva, es decir, aceptable para el propio sujeto y para el contexto social en el que está” o “conjunto de comportamientos en las relaciones interpersonales que resultan eficaces y tienen dos objetivos principales, afectivo (tener relaciones satisfactorias con parientes, amigos, pareja…) e instrumental, realizar con éxito actividades en la comunidad, (como uso de servicios, entrevistas satisfactorias de trabajo, etc)”.
Pero, ¿qué importancia tienen las HHSS en nuestra vida? Las HHSS son parte importante para la construcción de la identidad de las personas, en especial, las personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales. Este aprendizaje se adquiere en la familia y posteriormente se complementa con las influencias que se reciben de los diferentes grupos a los que vamos perteneciendo ya sea, en el colegio, en la comunidad, incluso dentro de la propia familia.
Sin embargo, cada vez más estas habilidades o estrategias sociales se ven mermadas debido al exceso del uso del móvil y las redes sociales, donde prevalece la apariencia, la popularidad, el contacto a través de una fotografía, que de lejos refleja la situación real de esa persona.
Se considera una conducta habilidosa, aquella que incluye una respuesta verbal y no verbal ante una situación social, es decir, no solo nos comunicamos a través de palabras sino también de gestos. Nuestro lenguaje corporal dice mucho de aquello que queremos expresar, interpretando el estado de ánimo, los sentimientos, las opiniones expresadas, el respeto mutuo, etc. Por todo esto, es muy importante el trabajo que asegure el control de nuestras relaciones interpersonales; algunas de las recomendaciones para trabajarlas son:
Autoexpresión en diferentes situaciones: se refiere a la capacidad de expresar opiniones, sentimientos, intereses, preguntas de manera espontánea y sin sentir ansiedad en diversas situaciones sociales (tiendas, grupos, reuniones sociales, entrevistas de trabajo…)
Defensa de los propios derechos como consumidor: hace referencia a la conducta asertiva ante desconocidos con el objetivo de defender los derechos propios en situaciones de consumo, como no permitir que se adelanten en una fila, pedir a alguien que guarde silencio, devolver objetos que no funcionan bien, etc.
Expresión de enfado o disconformidad: tiene que ver con la capacidad para resolver conflictos o enfrentamientos con otras personas, como expresar enfado o sentimientos negativos en desacuerdo con otras personas.
Decir “no”: habilidad para finalizar interacciones que no se desean mantener, como negarse a prestar algo o hacer algo que no se desea. Hago especial hincapié en este apartado, ya que, creemos que, por cultura, decir “no” a aquellas cosas que no nos agradan es lo correcto y así no disgustar a la otra persona. Tenemos miedo a ser apartados incluso en situaciones en las que la negativa está totalmente justificada. Por esto es mucho más importante identificar nuestros límites y hasta dónde queremos llegar. Como se ha dicho anteriormente, la mejor manera de hacerlo es trabajando el asertividad como habilidad social.
Hacer peticiones: corresponde a la capacidad para solicitar o pedir algo a otras personas sin mucha dificultad, ya sea a un amigo, un familiar…
Iniciar interacciones con la persona que nos atrae: tiene que ver con la habilidad para iniciar conversaciones o pedir una cita de manera espontánea y sin ansiedad.
Desde el servicio de Capacitación regional de Down Talavera trabajamos para que esas habilidades sociales no se pierdan debido a diferentes factores. Resolver conflictos mediante el diálogo y la búsqueda de alternativas a la solución de un determinado problema, facilitar situaciones ficticias donde podamos desarrollar habilidades sociales para posteriormente llevarlas a cabo en una situación real o dotar a las personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales de recursos para enfrentarse a nuevos escenarios sociales de interacción, son en definitiva posibles medios de actuación para facilitar la inclusión en la sociedad como ciudadanos de pleno derecho.
Este proceso de socialización que llevamos a cabo diariamente en Down Talavera de manera grupal y/o individual, es lento y complejo, a través de él, transmitimos normas y valores dando apoyo, no sólo a las personas que conforman la asociación sino también a sus familiares y/o personas que estén vinculadas a ellos de algún modo, como son aquellas que forman parte de su ámbito escolar, laboral…
En definitiva, las HHSS se convierten en una herramienta fundamental para saber manejar cualquier situación y poder desenvolverse con soltura, haciendo que la autoestima y seguridad de las personas con Síndrome Down y otras discapacidades no se vean mermadas, sino todo lo contrario, se sientan capaces de poder realizar cualquier actividad, trabajo o formación que se propongan, logrando sus metas personales y profesionales. En este camino estarán acompañados por todos los profesionales de la asociación que adoptarán la PCP (Planificación centrada en la persona) a cada participante, atendiendo a sus necesidades y capacidades, dándoles estrategias basadas en valores y en su empoderamiento, ayudándoles a conseguir y construir su propio proyecto de vida plena. Uno de los retos es mantener el apoyo a lo largo del tiempo para que la persona pueda seguir cumpliendo sus sueños. Es necesario buscar la manera de mantener este apoyo en el día a día contando con apoyos naturales, tanto en la familia, en el centro, en los servicios y en la comunidad.
Haciendo una reflexión sobre la importancia de las HHSS, y tras un año marcado por restricciones, nos hemos dado cuenta de la importancia de trabajar estas habilidades para poder mitigar las consecuencias que han sufrido las personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales en el ámbito social. La falta de contacto social ha aumentado el número de horas que pasamos frente a la pantalla y, por ende, la reducción de las relaciones interpersonales, manifestando además comportamientos más agresivos, aislamientos, en definitiva, nos ha convertido en personas más introvertidas.
La solución está en no dejar de ponerlas en práctica, cualquier momento del día es bueno para recordar o seguir entrenando las HHSS. La finalidad principal es dotar de recursos y de apoyos a las personas con Síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales que les permitan, en su día a día, participar de manera plena y activa en cualquier contexto y así sentirse valorados y respetados cuando se relacionen con los demás sin tener que renunciar a sus derechos, gustos y prioridades porque, la calidad de vida de las personas empieza por respetar lo que cada uno quiere vivir en ella.