QUE LA MEMORIA NO OLVIDE…
Los dos son futbolistas y en esta temporada 2024/25 se enfrentarán al conjunto de la ciudad donde han nacido, al CF Talavera de la Reina SAD defendiendo las camisetas del Móstoles y Coria respectivamente.
Por Ignacio Rodríguez
El grupo inversor del CF Talavera de la Reina SAD a estas alturas —es mediados o casi de septiembre cuando escribo estas líneas— de competición se muestra satisfecho. La apuesta de Toni para la secretaría técnica y Javi Vázquez para el banquillo parece que comienza a dar sus frutos. Con una plantilla completamente nueva —únicamente repiten Edu Gallardo y Tassembedo— el inicio liguero es inmaculado. Se superó 1-0 al novato Colonia Moscardó en El Prado con el exblanquiazul Cidoncha en sus filas y siete días marte se ganaba en La Palma 1-2 al Atlético Paso, que también contaba con otro extalaverano en el once; el delantero Samu Corral. Y en lo que está por llegar serán algunos más que han vestido con anterioridad la zamarra azul y blanca del cuadro cerámico. Así, y a vuela pluma, vendrán defendiendo los intereses rivales jugadores como Toño Calvo (Guadalajara), Martín Lapeña y Dani Pichín (CDA Navalcarnero), Juanma (Unión Adarve), Dani Ramos (Rayo Majadahonda) y el muy apreciado de la afición blanquiazul Szymanoswski, hoy jugador del Sanse madrileño.
No serán los únicos jugadores con algún sentimiento talaverano dado que hay otros dos nombres que tienen ADN nuestro desde el día en el que vieron sus primeras luces. Se trata de Rober y Cedenilla en cuyo documento nacional de identidad figura Talavera de la Reina como su lugar de nacimiento. Y ambos cuentan con historias enriquecedoras en su pasado, aunque muy diferenciadas. Los medios nacionales deportivos y sociales se hicieron eco de estas dos vidas hace ya una década aproximadamente. En el caso de Cedenilla dejó titulares como “El ex canterano de La Fábrica que goleó al cáncer”. Pese a que seguramente sean conocidas por muchos de ustedes, se las vamos a recordar para que como reza la sección “la memoria no olvide…”. Entramos en materia.
Roberto Núñez Mañas nacía un 3 de enero de 1996 en nuestra ciudad, en la que dio sus primeras patadas a un balón. Siendo aún un niño de diez años llegaba al Atlético Madrid para jugar en el Alevín A. En una entrevista al diario AS decía algo así como “yo llegué hace siete años al Atleti, con tan sólo diez añitos. Al Alevín A. Estuve tres años yendo y viniendo de Talavera de la Reina para poder entrenar en el equipo de mis sueños». Su madre personificó el esfuerzo para lograr una meta y ahora, es la primera de la que se acuerda: «Mi madre se desvivió para que pudiera conseguir mi sueño de jugar con la rojiblanca. Yo se lo agradezco todo a ella, porque si no, no habría llegado hasta aquí. A las cinco de la mañana me levantaba para poder llegar hasta Madrid. Mi madre no tenía coche y nos teníamos que desplazar en autobuses y metro, haciendo más de 250 kilómetros durante muchos días. Fueron muchos kilómetros”.
Siempre ha sido delantero, pero juega de extremo o media punta. Incluso, contra el Oporto, en Majadahonda, acabo de medio centro por la expulsión de Arona. “Lo importante es jugar y darlo todo por el equipo” llegaba a decir cuando de colchonero fue el jugador más destacado de la Youth League 2013/14. Todo parecía indicar que en la Ciudad de la Cerámica había nacido una estrella…
Durante su estancia en la cantera colchonera fue escalando categorías hasta que en 2014 jugó un partido con el filial en Segunda División B tras foguearse con el Atleti C en Tercera. Con apenas 19 años juega 33 minutos en Guijuelo con el primer equipo del Cholo Simeone durante un partido de Copa del Rey, consiguiendo marcar en el minuto 84 tras cruzar con un derechazo un balón colgado desde el flanco derecho por Vrsaljko. ¿Aquí se acabaron sus sueños? Lo desconocemos, pero poco volvería a hablarse del joven talaverano e iniciaba su periplo por un fútbol más modesto.
Tras su tercera temporada en el Atleti B, Rober jugó un año en la liga belga en el Royal Amberes F.C. de la Primera División. Después el delantero pasó dos cursos por el filial de Las Palmas (Las Palmas Atlético) en Segunda B, jugando 23 partidos con 4 goles la 2018/19 y 25 partidos y 1 gol la 2019/20. La siguiente temporada llega al Águilas en noviembre de 2020 tras estar unos meses sin equipo. En la localidad murciana está también la 2021/22 en 2ª RFEF y jugando 15 partidos. Tras estar otra temporada sin club, Núñez recala en el Torrellano de la Tercera Valenciana.
Pero será en esta temporada 24/25, ya con 28 años, cuando tengamos la ocasión de verle sobre el césped de El Prado, a donde acudirá tras haber comprometido la anterior campaña con el URJC Móstoles, equipo recién ascendido. Estoy seguro que pese a defender otros intereses, será bien recibido por los aficionados.
Una histórica historia
Y ese mismo deseo es también para el defensa Jesús Manuel Cedenilla, que llegará hasta nosotros defendiendo los colores de los cacereños del Coria que entrena Rai. Este defensa nacía en nuestra ciudad —donde siguen residiendo sus padres— hace 26 años, concretamente el 13 de febrero de 1998. Manuel Cedenilla tiene a sus espaldas una bonita historia de superación. A los 15 años le diagnosticaron cáncer. Por aquel entonces, ‘Cede’ era canterano del Real Madrid y tenía una carrera prometedora en el horizonte. Había sido nombrado mejor jugador del torneo alevín internacional de Arona. Parecía que ahí se acababa todo, pero tras una operación y seis largos meses de quimioterapia, el propio futbolista anunciaba por las redes sociales que «ya estaba curado«.
Pasó diez años en la fábrica blanca, en la que fue capitán y referente y donde compartió vestuarios con jugadores como Achraf, Óscar Rodríguez, Luka Zidane y llegó a enfrentarse a los Dani Olmo, Aleñá o Cucurella . Al respecto decía que estará agradecido de por vida al conjunto blanco: «Nunca me oirás decir nada malo porque el Madrid me salvó la vida. Esa es la realidad. Gente humilde como mi familia no podía asumir el coste. Era inviable«. «Cada prueba de tenía un coste de 1.500 euros y tenía que hacérmelas asiduamente para seguir el proceso. El Madrid no solo me pagó lo que nos habíamos gastado por la primera intervención y las pruebas anteriores, sino que se encargó de todo el proceso futuro. Me siguió ayudando incluso cuando ya no pertenecía al club«, añadió. «Tenía 15 años y no era consciente de lo que se me venía encima. Nadie te prepara para eso«, comentó Cedenilla, que pasó por 2 veces por el quirófano: una para extirparle el testículo y otra para quitar una metástasis. «Fue una intervención de 14 horas. Estuve 4 días en la UCI y luego 14 días en el hospital. Esos días, con 60 grapas en la tripa, mil tubos… Me sentía totalmente inútil y más una persona como yo, que era muy activa«, afirmó. En diciembre de 2013, Cedenilla, que entrenaba con sus compañeros tras las sesiones de quimio, recibió el mejor regalo de su vida: se había curado. Y esa noticia le llevó a volver a la acción con el Madrid: «En ese momento sentí alivio y orgullo. Cuando salté al campo fue emocionante«.
Tras abandonar la casa blanca Cedenilla ha defendido la camiseta de varios equipos como Alcorcón, Las Rozas, Badajoz, Tudelano, Lanzarote, Langreo, Guijuelo y en estos momentos el CD Coria.