Si ser empresario es tarea compleja y difícil en condiciones normales, no hace falta ser adivino para atisbar que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una actividad de alto riesgo y en un continuo desafío para mantenerse en el mercado.
Todo ello como consecuencia de la situación sobrevenida que se nos ha venido encima derivada de la pandemia, provocando en las pymes un desconcierto absoluto y una caída importante en los ingresos debido en gran parte por el cambio en los patrones de compra de los consumidores.
En la cara opuesta hay compañías que han hecho el agosto, nunca mejor dicho y que en esta coyuntura han aumentado su actividad y por tanto, sus ingresos. En fin, como se suele decir no hay mal que por bien no venga, “en tiempos de crisis unos lloran y otros venden pañuelos”. Si es su caso, enhorabuena, con mucha probabilidad es que sea consecuencia de actuaciones oportunas y toma de decisiones rápidas.
Ahora bien, si todavía se encuentra entre los que todavía se escapa alguna lágrima, permítanme para ilustrar esta situación echar mano de la cita de Oscar Wilde “todos estamos en la cloaca, pero algunos estamos mirando a las estrellas”, le invito y animo a mirar hacia esa luz al final del túnel cada vez más cercana, pero cierto es, que no basta solo con mirar, para no deslumbrarse y no quedarse en el intento hay que protegerse. Para poder salir en el menor tiempo posible e incluso reforzado de esta situación, será de gran ayuda tener presente algunas ideas que estoy convencido que ya conoce, pero que no por ello voy a dejar de recordarle debido a su importancia.
Alto grado de flexibilidad y agilidad para adaptarse a los nuevos patrones de compra del consumidor y a las exigencias del mercado, tomar decisiones rápidas en estos momentos es una fortaleza bien preciada, y una de nuestras armas mas eficaces ante grandes compañías que su estructura hace que se muevan mas lentamente.
Un alto nivel de digitalización y automatización de procesos nos proporcionará una mejora significativa de la productividad, reducción de costes y por tanto, más eficiencia, lo que nos generará más oportunidades de negocio.
Por último y más importante enfoque centrado en el cliente como prioridad absoluta y de manera continua. La tecnología que usamos, la maquinaria, las instalaciones, todo ello deberían ser herramientas que utilizamos para conseguir el objetivo final la satisfacción de los clientes.