La fisioterapia se define como el conjunto de métodos, actuaciones y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen, recuperan y adaptan a las personas afectadas de disfunciones somáticas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud.
En ATAEM la definición de fisioterapia varía, ya que, nuestra misión no es eliminar la lesión, sino trabajar en las secuelas físicas provocadas por la enfermedad o daño del sistema nervioso central o periférico, como por ejemplo, alteraciones en la marcha, pérdida de fuerza, de equilibrio; por ello, trabajamos para dar el mayor nivel de independencia a la persona afectada y así mejorar su calidad de vida.
Para ello, contamos con dos fisioterapeutas que trabajan en la sede y otros dos fisioterapeutas que trabajan en los domicilios; atendemos, además de pacientes con esclerosis múltiple, a pacientes con ELA, ataxia, ACV, lesiones medulares y distrofias musculares como Duchenne.
¿En qué consiste la valoración inicial?
En primer lugar, se hace una valoración inicial que se compone de:
– Anamnesis, que consiste en una entrevista donde se recogen los datos personales, cómo y cuándo apareció la enfermedad, tratamiento farmacológico, etc.
– Evaluación de la fuerza muscular y del rango articular.
Evaluación de la marcha y el equilibrio.
– Exploración sensitiva.
– Evaluación del grado de espasticidad, en caso de que exista.
– Cada seis meses se realiza una valoración de seguimiento; pero en el caso de los pacientes con esclerosis múltiple que cursan con brotes, si sufren un brote, se hace una valoración tras dicho brote.
¿Cuáles son los objetivos del tratamiento?
El objetivo principal es mantener la capacidad funcional del paciente el mayor tiempo posible, y conseguir un nivel óptimo de calidad de vida en la medida que sea posible.
Los objetivos son:
– Mantener la amplitud articular completa de todas las articulaciones para evitar la rigidez y espasticidad.
– Mantener y mejorar la fuerza muscular.
– Mantener y mejorar la coordinación y el equilibrio.
– Aumentar la resistencia a la fatiga.
– Mejorar las capacidades respiratorias.
– Reeducar y mantener los mecanismos posturales normales.
– Mantener la deambulación.
– Reducir y mejorar las alteraciones a nivel sensitivo.
¿De qué se compone el tratamiento?
La sesión es individualizada, es decir adaptada a cada paciente, algo muy importante ya que cada paciente tiene una sintomatología variada y diferente a la que hay que tratar de forma personalizada.
También es importante tener en cuenta, a la hora de planificar la sesión, uno de los síntomas más frecuentes e incapacitantes que es la fatiga. El profesional tiene que saber cuándo realizar pausas, y el paciente saber identificar su fatiga.
Las diferentes técnicas de tratamiento que se emplean son:
– Cinesiterapia (movilizaciones pasivas, activo asistidas, activo resistidas)
– Estiramientos
– FNP (Facilitación Neuromuscular Propioceptiva)
– Masoterapia
– Drenaje linfático manual
– Bobath
– Ejercicios para mejorar las alteraciones sensitivas a través de diferentes texturas, temperaturas
– Ejercicios de coordinación
– Ejercicios para trabajar el equilibrio tanto estático como dinámico
– Trabajo de la marcha en paralelas y marcha con ayudas técnicas
– Termoterapia (calor) y crioterapia (frío),
– Fisioterapia respiratoria
– Electroterapia: TENS (corrientes analgésicas), corrientes excitomotoras
Aparte del tratamiento que reciben en ATAEM, les aconsejamos que practiquen ejercicio físico suave de manera habitual, como por ejemplo salir a caminar, hidroterapia (piscina), método Pilates, ya que diferentes estudios han demostrado importantes beneficios del ejercicio en enfermedades neurodegenerativas.