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Aurelio de León: “La igualdad es fundamental y lo que siempre me ha movido. Todos tenemos derecho a vivir felices”

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Aurelio de León: “La igualdad es fundamental y lo que siempre me ha movido. Todos tenemos derecho a vivir felices”

Lleva más de 61 años dedicado a ayudar a os demás, a hacer de nuestra ciudad un lugar mejor y a luchar por la igualdad de oportunidades. Este sacerdote que siempre ha tenido como base de todas sus acciones el amor al prójimo, fundó hace 40 años la Asociación Socio-Cultural Aurelio de León. Una institución que ha ido evolucionando según lo han hecho las necesidades de los talaveranos y que en el 40 aniversario de su creación tiene muchas cosas de las que estar orgullosa.

Hemos querido “dar la palabra” a Don Aurelio para conocer la realidad de las personas vulnerables en Talavera, saber cómo podemos ayudarles y descubrir todo lo que la asociación hace para construir un mundo mejor.

La Asociación Socio-Cultural que lleva su nombre cumple en este 2023 nada más y nada menos que cuatro décadas. ¿Cómo ha evolucionado?

¡Muchísimo! Aunque continúa teniendo la misma filosofía que cuando comenzamos a trabajar en 1983 hemos sabido adaptarnos a las necesidades de cada época. Pero la verdad es que nuestra evolución fue casi desde el minuto uno, porque mucho antes de la aprobación de los estatutos, ya habíamos empezado a impartir cursos de orientación y asistencia desde nuestra parroquia, este fue el germen de lo que somos hoy. Así nacimos: primero como asociación y después como asociación cultural y cuando pusimos en marcha nuestra casa de acogida para mujeres maltratadas pasamos a denominarnos asociación socio-cultural. Ha sido un camino de constante aprendizaje y adaptación para todos.

¿Cuáles eran las principales necesidades en los inicios de la asociación? ¿Qué acciones se llevaron a cabo tras su fundación?

El principal problema de aquellos años era la vivienda, había barrios en los que la gente prácticamente vivía en chabolas. Recuerdo que en un mismo patio podía haber 10 familias conviviendo, con acceso a un solo pozo (el cuál no era ni de agua potable) y compartiendo un único baño para todos. Las personas que vivían en estas condiciones además estaban desempleadas y los pocos que tenían trabajo recibían unos ingresos mínimos. Se vivía muy mal y esto fue lo que nos movió a hacer cosas para mejorar esta situación como fue las cooperativas de viviendas.

Al trabajar con estas personas detectamos también que el bajo nivel cultural que tenían.  Se hizo un sondeo sobre la cultura en la mujer donde se descubrió que más de un 50% de las mujeres eran totalmente analfabetas y un gran número de hombres también, no podíamos consentirlo. Por eso, invertimos los pocos ingresos que teníamos en comprar un piso que utilizábamos como un centro de cultura y promoción social de la mujer por el que pasaron muchas mujeres para su alfabetización, aprovechándose también para la alfabetización y cultura general para hombres. Unas clases que estaban reforzadas por las conferencias que impartíamos en la parroquia dedicadas a hablar de orientación sanitaria, familiar, acerca de la importancia de la vacunas….

Sobre este último tema nos costó mucho concienciar a algunos sectores pero finalmente lo conseguimos, provocando así una remisión de algunas enfermedades en la comunidad y un mayor bienestar para todos, en especial para los más pequeños. 

Nos pusimos a trabajar también para que todos los niños estuvieran escolarizados. Al ver la situación en la que vivían todas estas familias tuve claro que mi misión no podía limitarse solamente a decir misa: había que pasar a la acción.

¿A qué personas puede ayudar la Asociación?

A todas las que lo necesiten. Aunque tenemos diferentes áreas de trabajo, no nos limitamos solamente a ellas. Trabajamos con todas las personas en situación de vulnerabilidad e intentamos ofrecer soluciones para cada caso siempre que esté dentro de nuestras posibilidades. Estamos abiertos a todo el mundo, impartimos cursos de orientación, de apoyo escolar para niños con familias sin recursos, clases de diferentes disciplinas… ¡Pero siempre hay cosas nuevas y necesidades que necesitan ser cubiertas y que no habíamos contemplado! Por eso, todos los voluntarios que trabajan en la asociación tienen los ojos bien abiertos para poder detectarlas y ayudar en todo lo que puedan a quienes se acercan hasta nosotros.

¿Quiénes pueden ser voluntarios de la asociación?

¡Absolutamente todo el que sienta la necesidad de ayudar! No hace falta ser experto en ninguna materia. Siempre necesitamos manos que nos ayuden a seleccionar la ropa que se dona y repartirla a quien lo necesite. A distribuir la comida con la que damos de comer a 140 familias… Todos los voluntarios son bienvenidos en la Asociación.

Por supuesto, también contamos con algunos voluntarios más especializados y que también son necesarios. Por ejemplo, tenemos un profesor jubilado que lleva 20 años dedicado a dar clases de español a inmigrantes. Pero si alguien siente la necesidad de aportar su granito de arena a nuestra causa, siempre habrá una gratificante tarea que pueda realizar para ayudar dentro de la organización.

En la actualidad, ¿cuál es el perfil de las personas que acuden a la Asociación en busca de apoyo?

Hay una gran variedad de perfiles y con necesidades muy distintas por cubrir. Pero te diría que lo que más predominan son fundamentalmente inmigrantes sin recursos. Aun así, cualquiera que pase por la Asociación podrá darse cuenta de las diferentes realidades que existen en nuestra sociedad.

¿Qué es lo que más valoran las personas a las que se ayuda desde la Asociación?

Independientemente de que se les ofrecen soluciones o se les ayuda a conseguir un mayor bienestar en el día a día. Creo que lo que muchos valoran es el trato humano que reciben por parte de todos los voluntarios que hacen posible que este proyecto siga adelante.  Y es que son auténticos profesionales que dedican su tiempo de forma altruista para ayudar a aquellos que lo necesitan; siempre con una sonrisa y con mucha paciencia y templanza. Eso creo que es algo muy reseñable y que todos los usuarios deben valorar por encima de todo.

Hablemos ahora un poco de usted… ¿Cree que hubiera podido ayudar tanto a la gente si no hubiera sido sacerdote?

¡Uf!, la verdad es que no sé por dónde hubiera ido mi vida. En general el camino de la gente no suele ir por este que yo he seguido… Lo que sí tengo claro es que mi condición de sacerdote me ha dado muchas posibilidades para darme de lleno a los demás. Y no hablo únicamente de lo religioso, lo cual nunca he dejado de lado. He intentado siempre aplicar todo lo que hago centrándome en la base del evangelio que es el amor y no tanto en el Derecho Canónico.

Siempre he creído que el compromiso es la base de todo y yo he intentado comprometerme con los demás. Es muy fácil estar en la iglesia y animar a los demás a comprometerse… ¡Debemos ser ejemplo de ello! Esto es algo que siempre tuve presente en mi vida, desde mis primeros años como sacerdote procuré implicarme con la sociedad para hacerla un poco más justa e igualitaria en la medida de mis posibilidades. Por eso, cuando llegué a Talavera y a partir del Concilio Vaticano II, me puse en contacto con las organizaciones que había en Madrid que ayudaban a barrios humildes desde diferentes comunidades cristianas populares, y basándome en eso construí los cimientos de la Asociación que conocemos hoy.

¿Cuáles diría que han sido sus mayores logros?

El poder haber ayudado a la gente es la mejor de las satisfacciones. Cruzarme a diario con personas que me paran por la calle para contarme que en algún momento la asociación les ayudó, en algo es de lo más gratificante. Que muchas personas puedan tener a día de hoy una vivienda digna gracias a la implicación que tuvimos en este tema… ¡Es increíble! El ver que inmigrantes que llegan hasta nosotros sin saber nada de castellano son capaces de mantener conversaciones, poder ayudar a que las familias saquen a sus hijos adelante… Todas estas pequeñas metas alcanzadas son mi mayor satisfacción y me encuentro muy alegre por ello, la verdad es que miro atrás y no me arrepiento de nada.

¿Hay alguna cosa que le falte por conseguir?

Lamentablemente, por el momento, siempre van a existir personas en situaciones vulnerables por lo que nuestro trabajo debe ser constante. Como Asociación, necesitamos voluntarios, siempre hay algo que hacer, además de alimentos para repartir, material escolar, ropa… Nos falta por conseguir que algún día no necesitemos nada de esto, lo cual significará que la situación de la sociedad ha mejorado.

¿Qué podemos hacer nosotros como individuos para intentar garantizar el bienestar de todos?

Es fundamental el que la gente se convenza de que todos somos iguales, esto hará que intentemos tener la misma igualdad de oportunidades. ¿Por qué una familia puede tirar la comida y otros no tiene para comer? ¿Por qué unos tienen la posibilidad de estudiar y otros no? Lo ideal sería poder alcanzar la igualdad de oportunidades. Como comentaba antes, me mueve mucho la base del evangelio: el amor. El considerar a los demás como a uno mismo y poder ayudarle, pero no con limosna, si no como derecho.

La igualdad es fundamental y lo que siempre me ha movido. Todos tenemos derecho a vivir felices. Creo que siguiendo esta línea nos iría mucho mejor y deberíamos aplicarla en muchos aspectos de nuestra vida: también en la política. Compartir con los demás para que no haya diferencias.  

¿Son los talaveranos solidarios?

Todos lo somos, generalmente en campañas de recogida como en Navidad, reyes, vuelta al cole… Los talaveranos suelen participar en los eventos benéficos que realizamos a lo largo del año y eso es de agradecer, pero debemos recordar que ayuda se necesita todos los días del año.

Y los empresarios de Talavera ¿Qué papel juegan a la hora de hacer una sociedad más igualitaria?

Valoro y estimo la importancia de la empresa y de los emprendedores en la sociedad. Ellos son los creadores de empleo para la gente que necesita trabajo y por tanto es una tarea noble. Pienso que la empresa, sobre todo la pequeña, necesita también apoyo del estado en algún momento para ponerse en marcha y generar estos empleos tan necesarios. Pero también tiene una gran ocasión para contribuir a hacer una sociedad más igualitaria, con igualdad de oportunidades y por tanto más feliz en la que todos puedan disfrutar de los beneficios.

Animaría a las empresas a hacer un reparto de beneficios de una manera más justa. El capital tiene importancia en la empresa pero también la tiene el trabajo y, si me apuras, mucho más. Ya que el trabajo lo llevan a cabo las personas y el capital es material. Los beneficios deberían repartirse más equitativamente entre el empresario y sus empleados. Con esto podríamos conseguir una mayor igualdad y a esto debemos tender cada uno de nosotros desde el lugar que ocupamos en la sociedad.  

¿Qué papel juegan las instituciones en este sentido? ¿Colaboran para que la labor de la Asociación sea eficaz?

Muchas instituciones colaboran con nosotros con distintas sumas de dinero a la asociación. Las cuales distribuimos para poner en marcha diferentes proyectos. Estas aportaciones y las cuotas de nuestros socios son lo que junto al trabajo de nuestros voluntarios hacen posible que podamos ayudar a todas esas personas que lo necesitan.

¿Cómo le gustaría que fuese el futuro?

Sería estupendo que entre la gente humilde se promoviera mucho más la cultura y que los barrios de las afueras pudieran tener las mimas posibilidades culturales que hay en el centro. Allí hay teatros pero siempre acuden a ellos los que más posibles tienen. En las zonas humildes muchos no llegan nunca a conocer este tipo de oferta cultural. Nosotros en alguna ocasión hemos hecho jornadas de teatro y han tenido muy buena acogida. Me gustaría que la cultura se acercase a todos.

Por otro lado, el futuro debe pasar por que todos tengamos un espíritu más altruista y generoso. Tanto los ciudadanos de a pie como los políticos deberíamos tener en cuenta que si no nos movemos, la sociedad no avanza. Hablamos mucho pero hay que hacer cosas para conseguir nuestras metas como sociedad, a veces parece que esperamos que nos lo den todo hecho y eso nunca sucede.

Debemos construir entre todos una Talavera más feliz que no permita que se deje a nadie atrás y eso es tarea de todos. Mi ilusión más grande sería ver que los talaveranos seguimos en esta línea, estamos de acuerdo en que hay mucha diferencia entre cuando empezamos con la asociación y la situación que vivimos hoy pero aún queda mucho por hacer.

Por mi parte, yo no he perdido la ilusión, y con la ilusión se pueden hacer muchas cosas. Intento que a eso, a estar entusiasmando, no me gane nadie. Animaría a los empresarios a que tuvieran en cuenta la igualdad de oportunidad y al resto de ciudadanos a trabajar para que Talavera sea una ciudad feliz, justa, en la que se viva a gusto y en la que todos participemos de cosas parecidas. ¡Ese sí que sería un gran futuro!

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