La cultura del vino en nuestro país tiene una larga tradición, no hay evento o celebración que no se acompañe con una copa de vino con la que brindar. Por eso, son muchas las bodegas y viñedos que ha ido pasando de generación en generación para conservar el amor y la admiración por este producto cuyo ciclo de producción es apasionante desde la plantación hasta que descorchamos una botella.
Precisamente una de estas bodegas, de esas con arraigo y tradición centenaria, es la protagonista de nuestro “De un vistazo” de esta edición. Hemos visitado Bodegas y viñedos Luis Mariscal y hemos hablado con sus gerentes Luis Mariscal y Silvia Lucas para conocer a fondo cómo se gestiona una bodega y cómo se consigue mantener la tradición generación tras generación.
Textos: Equipo Fundación Futurart
¿Cuáles fueron los comienzos de vuestros viñedos y de la bodega?
Nuestra bodega data de 1906, nuestra familia siempre se ha dedicado al vino y nosotros somos la cuarta generación. En el caso de Luis, siempre se ha dedicado a este sector, ha crecido conociendo cada palmo y cada esquina de los viñedos y de la bodega y ahora es él quien la regenta. En mi caso, comencé a dedicarme al vino cuando Luis y yo comenzamos un proyecto de vida en común, hace ya más de diez años y la verdad que desde el principio me resultó un sector apasionante y lleno de posibilidades.
Desde 1906 tanto la forma de trabajar la tierra como de elaborar el vino habrá cambiado mucho. ¿Seguís apostando por la tradición?
Por supuesto que ha cambiado mucho pero al final la tierra, como cuando mis bisabuelos la trabajaban, es quién te marca los pasos que debes seguir. Nos gusta encargarnos personalmente de cada detalle y del proceso de producción. Hemos sabido encontrar el equilibrio entre lo de ayer y lo de hoy para al final obtener el mejor producto.
¿Cuál es vuestro perfil de cliente?
Principalmente nuestro producto es demandado por la hostelería y las tiendas de alimentación, pero también disponemos de venta directa para todo aquel que quiera disfrutar de nuestros vinos. En la actualidad estamos centrados en abrir nuestro producto al público más joven que parece haber elegido la cerveza…
¿Qué acciones estáis llevando a cabo para atraer a los consumidores más jóvenes?
Desde que entramos a formar parte de la Denominación de Origen Méntrida, estamos diseñando rutas de enoturismo en las que nuestra bodega tendrá un papel importante. Parece que este perfil más joven está interesado por vivir la “experiencia completa” del vino por lo que una visita a la bodega con cata incluida pueden ser el punto de inflexión que les haga interesarse por el vino y comenzar a apreciarlo y demandarlo en bares y restaurantes.
Hablando de hostelería, es sin duda uno de los sectores más castigados por la crisis del coronavirus. ¿En qué medida os ha afectado a vosotros?
Obviamente no han sido años fáciles, la hostelería es una de nuestras principales líneas de negocio y la inestabilidad que hemos vivido con las diferentes restricciones y normativas se ha notado en toda la cadena. Nosotros seguimos trabajando y miramos al futuro con esperanza para continuar ofreciendo nuestros vinos a todos aquellos que lo demanden.
¿Qué variedad es la que más éxito tiene?
En esta zona la Garnacha es muy apreciada y produce un vino de alta calidad por lo que es una de las grandes protagonistas. Además, la mezcla de Tempranillo con Syrah le sigue muy de cerca y tiene bastante éxito entre nuestros consumidores.
Silvia, ¿cómo fue tu incorporación al sector vinícola? ¿Qué papel juega en él la mujer?
Yo venía de un sector completamente diferente, he aprendido a apreciar y conocer el vino y cada día continúo descubriendo cosas nuevas. Es un sector en el que, en contra de lo que pueda parecer, la mujer tiene mucha presencia. Sobre todo en la parte de enoturismo y en las catas. Hay muchas mujeres dedicánddose a estos temas lo que hace que la igualdad de género en el sector sea cada vez más notable.
¿Qué planes de futuro o nueva propuestas tenéis para los próximos meses?
Estamos muy centrados en abrir nuestra bodega al público, de hecho en este momento nos encontramos revisando cada estancia y poniendo cada rincón de ella a punto para que muy pronto puedan comenzar las visitas y comencemos con la parte de enoturismo, no solo enfocada a los jóvenes como antes comentábamos, sino a cualquier persona que ya sea un apasionado del vino o que quiera comenzar a aprender sobre él y a apreciar cada uno de sus aromas y matices.
¿Dónde podemos encontraros?
Tanto nuestra bodega como las 32 hectáreas de viñedo con las que contamos para llevar a cabo la producción de las diferentes variedades se encuentran en Camarena. Una pequeña localidad de la provincia de Toledo en la que ambos nos hemos criado y en la que esperamos seguir desempeñando esta labor durante muchos años más.
Visitar la Bodega y Viñedos Luis Mariscal es mucho más que entrar en una bodega. Es acercarse al trabajo y a la historia de una familia que ha sabido mantener este inspirador legado generación tras generación y que 116 años después, continúa embarcándose en nuevos proyectos con el objetivo de seguir adelante y llegar cada vez un poquito más lejos. Su apuesta por el enoturismo y la adhesión a la D.O. Méntrida forman parte de ese camino hacia conseguir los sueños. ¡Brindemos por que los alcancen!