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CAMINANTE, NO HAY CAMINO ¿O QUIZÁ SÍ?

CAMINANTE, NO HAY CAMINO ¿O QUIZÁ SÍ?

Hay muchas razones para empezar a escribir. Cada escritor cuenta qué le llevo a escribir. Puede ser una necesidad intríseca de la persona, la necesidad de comunicarse con otros está en cada uno de nosotros. Puede ser la necesidad de poner negro sobre blanco una experiencia, pero la mayoría de los libros que reseñamos en esta columna comienzan de la misma forma: “espero que esto que está aquí escrito ayude a otros a encontrar su camino”.
Así comienza El camino del lobo, de Jordan Belfort. Con el subtítulo de Domina el arte de la persuasión, la influencia y el éxito, otra de las cosas comunes que hace Belfort es presentarse al lector. Los libros de nuestra columna no son libros de ficción y estos autores suelen contarnos quiénes son y cómo han encontrado esa solución mágica que todos buscamos constantemente: “la receta de la felicidad y el éxito personal”. La diferencia con el resto de títulos que hayan podido leer es que ustedes ya conocen a Jordan, conocen al protagonista de nuestra historia, aunque la cara que tiene para todos es la de Leonardo Di Caprio, la cara que le puso Scorsese en la peli que narra la vida y milagros de “El lobo de WallStreet”, creo que ya saben de lo que hablo.
El camino del lobo es esa parte de la peli que no vemos, la que viene después del “The End” en las películas. ¿No se han preguntado miles de veces al final de las películas románticas qué pasa después del “sí quiero”? ¿Qué pasa cuando esa pareja ultrafeliz de la peli tiene que afrontar quién lava la ropa o va a la compra? Pues eso es El camino del lobo, cómo Jordan Belfort aprende que el sistema de ventas que se demuestra es increíblemente exitoso puede usarse de forma ética y moral para no caer en los excesos que conocemos en el film. Reconocer errores de planteamiento y aprender de ellos para seguir adelante, explica cómo ha modernizado su forma de entender el mercado y nos permite entender que existen maneras de vivir cómodamente ganando dinero sin que eso signifique “aplastar” a nadie o relegarlo a un simple número.
El camino del lobo no es el gran libro de las recetas de nada, sinceramente, se lo digo después de haber navegado en tantos libros como ustedes ya saben. Pero en cada página encontramos a un hombre que aprende de los demás, que trata de mejorar y que se crece ante las dificultades.
Además, si ustedes quieren, es un libro más ameno de lo habitual en este tipo de escritura. Es la continuación de la “película de su vida”. Los diálogos son vibrantes y la lectura es sencilla. Hacia dónde les lleve a ustedes es algo a lo que solo podemos arriesgarnos después de su lectura. En el fondo, lo único que descubre Belfort es que el camino más fácil para llegar a alguna parte es la “línea recta”. Así es como llama a su sistema de ventas. Un sistema basado en algo que no siempre es fácil de conseguir: la seguridad en uno mismo.
Déjense llevar en línea recta por Jordan Belfort.
Jordan Ross Belfort, nacido en el barrio del Bronx en nueva York es en la actualidad un conferenciante y antiguo bróker. ​ Es conocido por haber sido acusado y declarado culpable por manipulación del mercado de valores, lavado de dinero y otros delitos relacionados con las altas finanzas.
Belfort ha escrito dos libros autobiográficos, El lobo de Wall Street y Atrapando al lobo de Wall Street, además del que nos ocupa hoy, traducidos a 18 idiomas y publicados en más de 40 países. En 2013 su historia fue llevada al cine por el director Martin Scorsese en El Lobo de Wall Street, una adaptación de sus memorias.

Raquel Torres Lumbreras
IES Gabriel Alonso de Herrera
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