QUE LA MEMORIA NO OLVIDE…
Se jugó un 9 de agosto de 2010 en El Prado contra el Atlético Pinto y pese a la necesidad de dinero en el Club blanquiazul la entrada costó 1 euro. A los pocos días fenecía.
Por Igroso
En el mes de agosto se van a cumplir catorce años de la desaparición del Talavera Club de Fútbol. En dicho mes se puso el punto y final a muchos años de una historia que ha cumplido en abril un siglo, justo desde la aparición del CD Ébora en 1924. Buscar aquí los culpables —si es que realmente los hubo— que ejecutaron al Club blanquiazul no procede; y no lo es porque su tratamiento necesitaría de un espacio del que no precisamos, pero puede que encontremos en los próximos meses.
Pero como refleja la propia sección —Que la Memoria no olvide— seguro que algunos de ustedes recuerdan el empeño que determinadas personas pusieron porque el Club no feneciera, cuando era evidente su muerte. Tanto es así que el entonces entrenador del equipo, que por cierto había jugado la promoción de ascenso a Segunda división B ante el Reus Deportivo y no la pudo lograr, Albert Ferri se empeñó en construir una plantilla que siguiera compitiendo en Tercera división. Todo ello, suponemos, que avalado por la única cabeza visible que quedaba al frente de la entidad —Tino había dimitido— y que no era otro que Juan Ramón Hidalgo.
Y es que la Federación de Castilla-La Mancha de Fútbol había hecho público el calendario de Tercera división de la temporada 2010/2011, en el que figuraba el equipo blanquiazul, que además debía enfrentarse al Villarrubia CF el 29 de agosto en El Prado. Curiosamente el equipo que con un gol de penalti en el último minuto privó del ascenso a Tercera al conjunto unionista, entonces dirigido por Vicente Cuesta. Este dato, junto a la moratoria que la RFEF daba a los clubes con problemas económicos (entre Segunda B y Tercera eran casi 80), podría acercar al conjunto blanquiazul a su supervivencia en la categoría, no hay duda que se había generado una gran confusión tanto en el Club, como en la afición y la propia Ciudad.
Pendiente de todo estaba el entrenador Ferri, deseoso de poder seguir aportando a la entidad —ya había pagado de su propio bolsillo cuestiones urgentes y necesarias durante la temporada— a pesar de la importante cantidad económica que se le adeuda, seguía pensando que “había solución”. Sobre todo si la negociación AFE-RFEF llegaba a buen puerto. Con la confianza de una solución posible, Ferri citó a la plantilla para comenzar los entrenamientos con un bloque prácticamente formado en su mayoría por jugadores de la tierra que han militado tanto con el filial como con el conjunto de Tercera. Además, Tino Muñoz comunicaba a los jugadores que el Talavera Club de Fútbol, ya sea en Tercera o en Primera Autonómica Preferente, seguirá existiendo y que además lo hará porque hay unas negociaciones que están llegando a buen puerto con varios empresarios de la ciudad quien entrarían a formar parte de la directiva y que, de hecho, ya están trabajando para ayudar a mitigar los problemas de deudas con los jugadores.
Dicho y hecho el sábado 7 de agosto se programó el primer partido de la pretemporada en El Prado a partir de las 21:00 horas. Como rival, el Atlético Pinto, conjunto perteneciente al Grupo VII de Tercera división, que traería en sus filas a dos jugadores exblanquiazules como Diego Hervás “Didi” y Agustín López ‘Agus’. Y ya es curioso que —desde mi punto de vista para crear más confusión aún— la directiva estableciese como precio de la entrada para asistir al partido el simbólico de 1 euro, con la penurias y las necesidades que se daban en ese momento.
Y ¡claro! que se jugó el partido. Un choque que tuvo como vencedor al conjunto madrileño por el resultado de 0-2; tantos de Jesús y el mencionado Didí, que guardó un minuto de silencio en memoria del que fuera portero del Talavera CF Durán —padre del meta Ángel Luis— y en el que el animoso Ferri fue capaza de juntar a jugadores como Jorge Marugán, Víctor Alcaide, Víctor Martínez, Nacho, Jorge Cabeza, César Lázaro, Bayarri, Gustavo, Gudiel, Jorge, Florián, Juan, Fabio, Diego, Cayetano, Pepi, Jef, Lumbreras y Carlos. Este sería el último partido del Talavera CF, porque sólo dos días después, el lunes 11 de agosto, Tino anunciaba su adiós definitivo bajo la emisión del siguiente comunicado:
“Por motivos personales, que ya todos conocéis, he decidido presentar mi cese como presidente del Talavera Club de Fútbol, dejando mi lugar al vicepresidente primero del club, don Juan Ramón Hidalgo. Doy las gracias a todos vosotros por vuestro apoyo, comprensión y paciencia hacia mí. Deseo, de todo corazón, lo mejor para el Talavera C.F. en esta nueva etapa que empieza”. Desde el club cerámico han querido agradecer al ya ex presidente por sus años de dedicación al equipo más representativo de fútbol de la ciudad: “Queremos dejar patente el agradecimiento que la entidad le debe a Tino Muñoz, por todos estos años de dedicación al club. “Así mismo queremos expresar el reconocimiento al enorme sacrificio personal que le ha supuesto el esfuerzo por superar los problemas que nos han acuciado en tiempos recientes, a los que no es ajeno el conjunto del Fútbol en todas las categorías a nivel nacional”, finalizaba el comunicado.
Y fin de la historia. Al amigo Juan Ramón Hidalgo le correspondería el “triste honor” de ejercer de enterrador y presenciar cómo a principios del mes de septiembre el Talavera CF presentaba las categorías inferiores, una vez que José Antonio Dorado Bielsa abonaba la deuda pendiente con la Territorial de Castilla-La Mancha y hacía pública la creación del Real Talavera CF, que tan sólo un año después hacían visible el CF Talavera de la Reina, padre del actual CF Talavera SAD.
A cada uno lo suyo
Al margen del contenido del presente reportaje se hace precisa una reflexión —rectificación en toda regla— puntual que afecta a nuestro anterior capítulo y protagonista: Fernando Núñez Moreno. Y es que abstraído aún por los crueles comentarios de colectivo “Don Balón” imputé al bueno de Fernando un injusto abandono de la presidencia, cuando la realidad es que pese a los infundios de aquél —a Don Balón me refiero— que lo daba por hecho, el presidente acabó la legislatura de tres años que en realidad correspondía a Ignacio Valero Corrochano, cargo al que accedió tras la dimisión al estar ocupando la vicepresidencia primera. Asimismo, Fernando Núñez cuando en 2004 fu sustituido por Martín Muñoz Martín —para todos Tino— entregó los balances económicos sin más deuda que la heredada en 2001 de su antecesor un balance positivo de 21.311 euros. Martín Muñoz Martín mostraba su conformidad —junto a Núñez— sobre el estado de las cuentas el pasado 23 de junio mediante la firma de un documento en el que se detallaban, entre otras cosas, los números de la entidad blanquiazul y su balance de situación. Y así lo rubrica este firmante porque siempre ha seguido los consejos de Alexander Pope, “errar es humano, perdonar es divino, rectificar es de sabios”.