¿Alguna vez has ido a una reunión que no te ha servido para nada?
Yo sí, y en este artículo te voy a dar 5 tips para aprovechar más tus reuniones de trabajo
Y es que las reuniones de trabajo son uno de los escenarios donde mejor tenemos que usar nuestra comunicación personal. Sin embargo la mayoría de las veces, el resultado de la reunión es un desastre.
Se me ocurren varios motivos:
– Desorganización.
– Un nivel bajo de creatividad favorecidos por el entorno.
– Miedo a intervenir, a aportar ideas y a “dar la nota.
– El clásico “¿Para qué voy a hablar si me importa tres pepinos el brainstorming?”
Según la web “noticias corporativas” el 91% de las personas tienen la cabeza en otra parte durante la reunión y el 95% se pierde parte de la misma.
Es mi intuición, pero creo que esto se debe a que sentimos que ni nuestras ideas ni nosotros mismos somos importantes.
Y para mí, una de las claves para que nos sintamos seguros y para que una reunión funcione como debe, es saber hacer un buen brainstorming o tormenta de ideas.
Tom Kelley, en su libro “Las diez caras de la innovación” establece una serie de reglas que te resumo y vienen a decir lo siguiente:
- Mientras más ideas, mejor.
No esperes tu turno para contar tu aportación, sino propón un número concreto de opciones. Por ejemplo: “El viernes cada participante tiene que llevar 50 ideas para exponerlas en la reunión”. Si a la reunión van 5 personas ya se tienen 250 ideas. ¡Seguro que alguna vale!
2. No te cortes.
Aunque pienses que tu idea es una salvajada o una soberana tontería, ser extremista te puede ayudar a encontrar el punto adecuado. Así que por muy rara que pueda parecer tu aportación, exprésala.
3. Crea imágenes visuales.
Dibujar tus ideas en un papel es mejor hacer una lista. El porqué es muy sencillo, te ayuda a desarrollar la creatividad.
4. Ten claro que Las malas ideas no existen.
No juzgues antes de tiempo. Primero deja que fluya la creatividad y ya la analizarás tranquilamente de forma crítica y constructiva.
5. Respeta los turnos.
Esto es educación básica; y es que las conversaciones cruzadas no favorecen para nada.
¿Qué beneficios tiene todo esto?
Al final de la sesión tendrás un montón de ideas. Algunas serán completamente absurdas y ridículas, pero seguro que también habrás sacado otro buen puñado de ideas válidas.
¡Además puede ser muy divertido! Yo me imagino las ideas que se les ocurrirían a varios amigos míos y me da la risa.
Pero lo más importante, es que al ser ideas que nacen de nosotros mismos, vamos a querer comunicarlas porque sentiremos que son importantes.
Y de esta manera será más fácil que lo hagamos con seguridad, con autoridad y con efectividad.
Espero que este artículo te haya sido útil y te ayude a mejorar en tu comunicación.