El concejal de Transformación Digital y Energética y Nuevas Tecnologías de Talavera, Javier Muñoz-Gallego se ha propuesto revolucionar el futuro de Talavera con la Incubadora de Alta Tecnología. Una iniciativa que pretende dar voz, vida e impulso a todas esas ideas emergentes que los emprendedores más intrépidos ponen cada día encima de la mesa con el objetivo de ir un poco más allá en el sector al que pertenecen.
Hemos hablado con Muñoz-Gallego y con algunos de los emprendedores que forman parte de la Incubadora para saber qué puede ofrecer esta institución a aquellos que tienen una idea y buscan apoyo para ponerla en práctica, pero también para conocer las novedades más sorprendentes que se gestan en su interior. ¡Absolutamente impresionantes!
¿Qué es la Incubadora de Alta Tecnología?
Es un proyecto que lo que busca es que el emprendimiento local y proyectos que tengan una base tecnológica tengan un espacio donde poder empezar a germinar. Lo que hace la administración es poner a disposición todos los medios tecnológicos para que esos proyectos puedan crecer en nuestra ciudad y retener el talento local que al final es lo que buscamos.
¿Cómo nace?
Es una colaboración que tenemos con la Fundación Incyde, un proyecto que empieza con el anterior mandato pero que dentro de esta carrera de relevos que es la política, hemos podido coger el testigo en julio y al final ha podido llevarse a cabo en esta legislatura. Se trata de una iniciativa respaldada por Fondos Europeos, con la colaboración de Incyde de la Cámara de Comercio.
¿Qué acogida ha tenido en Talavera?
La verdad que la acogida inicial ha sido bastante buena, recibimos el reto en Julio con 10 proyectos a concurrir a la incubadora, pero el objetivo a final de año tenía que ser de 40 proyectos de 40 empresas a poder ser. Pero para poder ayudar a más emprendedores apostamos por una mayor difusión de lo que es la Incubadora de Alta Tecnología.
Y es que para poder darle esencia a este proyecto, necesitábamos semillas y lo que hicimos fue salir a buscarlas dónde podíamos encontrarlas: institutos, universidades… En estos centros donde los nuevos talentos se están formando siempre hay proyectos nuevos a los que apoyar y que con un poco de ayuda serían capaces de revolucionar el mundo. Por eso, poco a poco fuimos dando a conocer la Incubadora y dejando la puerta abierta a todas las solicitudes que quisieran enviarnos. No importa que sea una idea alocada o demasiado innovadora, apostar por un proyecto propio siempre requiere de confianza por lo que recibimos solicitudes de lo más dispares.
¿Y cuántas de ellas fueron aceptadas?
La convocatoria fue todo un éxito y pasamos de tener 10 proyectos a rondar los 50. A partir de ahí comenzamos a filtrar algunas de ellas y en la actualidad tenemos 25 proyectos simultáneos y todos con una base tecnológica en mayor o menor medida. Se trata de proyectos que pueden ser revolucionarios en su sector y con los que podemos conseguir retener el talento en nuestra ciudad.
Gran parte del éxito de conseguir este impulso inicial de puesta en marcha y consecución de objetivos fue de mi compañera Marta Muñoz que estuvo impulsando el proyecto a la que le mando mi agradecimiento y el de los incubados
¿Qué papel tienen los negocios tradicionales en la Incubadora?
Aunque la gran mayoría de los proyectos tienen una base tecnológica muy importante, lo cierto es que también hacemos un hueco a esas empresas más tradicionales que han iniciado su camino para explotar su parte más tecnológica y digitalizada adaptándose así al mercado para poder seguir creciendo.
No es un requisito para entrar en la Incubadora el ser un proyecto iniciado desde cero, ni mucho menos. Pueden ser proyectos que vengan de una empresa tradicional y que hayan empezado a trabajar en la idea de revolucionar su negocio y cambiarlo hacia una base tecnológica y necesitan que les ayudemos a darle sentido este nuevo reto.
¿Qué diferencias puede encontrar un emprendedor entre desarrollar un proyecto en solitario y hacerlo de la mano de la Incubadora?
Sin duda la capacidad de colaborar entre ellos. Se ha creado una comunidad fabulosa y gracias a ella la Incubadora tiene sentido y crece. Contamos un grupo muy proactivo cuyos miembros se inspiran y beben unos de otros y se retroalimentan. Por ejemplo, si uno tiene conocimientos en inteligencia artificial y otro necesita un chatbot, pueden colaborar.
Son muy solidarios entre ellos, más allá de lo que nosotros podamos transmitirles a través de los cursos o talleres que pongamos a su alcance desde la Incubadora, todos trabajan día a día en sus proyectos sin perder de vista lo que pueda necesitar el de al lado. Muchos de ellos se complementan convirtiéndose en partners consiguiendo así hacer más potentes sus proyectos.
¿Cuál es el carácter del emprendedor en Talavera?
Talavera es una ciudad emprendedora por naturaleza. A pesar de los desafíos, los emprendedores locales tienen un fuerte arraigo y deseo de mantener y hacer crecer sus negocios en la ciudad. Este espíritu es lo que impulsa a Talavera y le da su importancia.
La inteligencia artificial parece estar presente cada vez en más aspectos de nuestra vida. ¿Es también una pieza clave en el desarrollo de los proyectos de estos emprendedores?
No de la misma forma para todos los proyectos pero sí que cada vez son más quienes la incorporan a su día a día, si no es para el desarrollo de su proyecto en concreto, la utilizan para hacer presentaciones, crear contenidos, un chatbot que pueda aclarar dudas a sus futuros clientes… Incluso algunos la han aplicada ya a sus CRMs.
Lo importante es ver su valor y saber cómo sacarle el máximo partido a esta herramienta. Algo en lo que también podemos orientarles desde la Incubadora.
¿Es el emprendimiento una actividad reservada a los jóvenes? ¿O no tiene nada que ver con la edad?
El emprendimiento no tiene una edad específica. A algunas personas les llega el momento de emprender más temprano, mientras que a otras les viene más tarde. Aquí en la Incubadora, hemos visto proyectos tanto de jóvenes como de personas más experimentadas y expertas. Recuerdo que en una presentación en la universidad, un profesor me preguntó si podía emprender a su edad. Claro que sí, el emprendimiento no tiene límites de edad. Todo depende del momento personal de cada uno, de su inconformismo con su situación actual y de las ganas de adentrarse en el emocionante mundo del emprendimiento. Así que, realmente, no hay una edad ideal para emprender; es una cuestión de actitud y motivación personal.
Contratar a una startup como proveedor puede que a algunos de los más conservadores aún les frene debido a que puedan tener poca experiencia. ¿Qué podemos decirles a todos ellos?
Para que una empresa tenga una trayectoria, alguna vez ha tenido que empezar y eso es precisamente lo que hacen en la Incubadora.
Después, les diría a aquellos que se muestran más reticentes a contratar a nuevas empresas que experimenten. El modelo de negocio ha cambiado y hoy en día es muy fácil probar los servicios de una empresa, en muchas ocasiones de forma gratuita gracias a las demos que durante unos días que ofrecen la gran mayoría de ellas.
Y por supuesto tener la mente abierta y dispuesta al cambio es fundamental para descubrir nuevas posibilidades para las empresas.
Una buena estrategia de digitalización contando con Startup que nos sean útiles puede hacer que nuestra empresa sea más productiva, optimice recursos, simplifique tarea y ahorre costes.
Son básicos para comenzar un buen CRM y una estrategia de marketing digital.
¿Qué proceso siguen los proyectos de los emprendedores que entran a formar parte de la Incubadora de Alta Tecnología?
Por lo general depende de la fase en la que se encuentra cada proyecto y cada emprendedor. Pero sí que definimos tres fases muy marcadas que están destinadas a lanzar al mundo cada proyecto con las mejores garantías.
En primer lugar nos encontramos con la pre-incubación, destinada a proyectos en fase de idea. Aquí nos encargamos sobre todo de escuchar a los emprendedores y de asesorarles para desarrollar su plan de negocio.
Durante al la incubación, ayudamos a crear los productos o a diseñar los servicios de forma que sean viables y puedan así comenzar a constituirse como empresa.
Para finalizar, llegamos al periodo de pos-incubación. A través del cual buscamos que los negocios crezcan y se consoliden, con acceso a Fondos Europeos, Business Angels y rondas de financiación.
Un engranaje que funciona a la perfección y un proceso diseñado exclusivamente para que los proyectos que forman parte de la Incubadora prosperen.
¿Qué supone para ti a nivel personal estar al frente de este proyecto?
Como he comentado anteriormente me puse al frente de la Incubadora de Alta Tecnología al recibir el testigo y voy a llevarlo lo más lejos que pueda. Cada proyecto es ilusionante y especial y la comunión que hay entre la Incubadora y los incubados es tan enriquecedora que solo podemos seguir creciendo juntos. Por eso formamos un gran equipo entre todos donde aportar ideas para dar a conocer todos los proyectos es el principal objetivo.
Algunos Incubados:
Fran Luque – Bokeroon Software
“Estoy creando un proyecto que es un software para el seguimiento de portfolios en criptomonedas. La idea surgió al ver la necesidad que tenían los pequeños inversores de llevar un seguimiento efectivo sus portfolios. Notamos que no había una solución fácil y comprensible en el mercado, por lo que decidimos desarrollar esta plataforma. Queremos que la gestión de portfolios de criptomonedas, un sector en crecimiento, sea tan sencilla como ver la hora.
Decidí entrar en la Incubadora después de ver una publicidad sobre ella. Me pareció una excelente herramienta para obtener apoyo, acceder a buenas instalaciones y conocer a otros emprendedores de la zona. Me dieron la oportunidad de presentar mi proyecto, lo valoraron y lo aceptaron. Aquí he encontrado soluciones a varias dificultades, especialmente en temas de contabilidad y modelos de negocio. La formación específica y el acceso a mentores han sido fundamentales para aterrizar conceptos y aplicarlos a mi proyecto.
Lo mejor de este proceso ha sido el apoyo que recibo, no solo de mis compañeros, sino principalmente de quienes gestionan la Incubadora. Se nos escucha y se nos provee de los recursos que necesitamos de manera eficiente.
Recomendaría a cualquier persona que quiera emprender que considere entrar en la Incubadora. Formar parte de una comunidad de personas con ideas similares es invaluable. Emprender puede ser difícil cuando tu círculo cercano no comparte tu visión, pero en la Incubadora encuentras un grupo de apoyo y acceso a herramientas costosas que normalmente no estarían a tu disposición. Además, las instalaciones son increíbles. Formar parte de una Incubadora es, sin duda, una excelente opción”.
Isi Rojas – Consultora Humanista Hablando en Femenino
“Esta iniciativa surge de mi experiencia en diversas asociaciones y centros de mujeres, donde noté una brecha en el proceso de emprendimiento femenino: el área del desarrollo personal, específicamente el autoconocimiento y el liderazgo femenino. Decidí crear esta consultoría para ofrecer talleres, mentorías y formaciones que aborden estos temas tan cruciales.
La Incubadora representaba para mí un espacio saludable donde esperaba aprender y también innovar. En un mundo cada vez más influenciado por la inteligencia artificial, quería explorar cómo integrar estas tecnologías en nuestros proyectos de manera creativa e innovadora.
Lo mejor de haber puesto en marcha este proyecto ha sido, además de los aprendizajes continuos, todas las actividades paralelas que realizamos. Compartir con otros emprendedores en diferentes etapas y áreas ha generado sinergias increíbles, donde cada uno aporta su experiencia única.
Recomendaría la Incubadora primero, porque ningún emprendedor puede llevar adelante su idea sin un equipo que lo acompañe, ya sea académico, emocional o de cualquier otra índole. Segundo, porque la Incubadora es un espacio diseñado específicamente para incubar proyectos. Y tercero, porque creo firmemente en el potencial de Talavera para generar nuevos proyectos y oportunidades ¡aquellos que no aprovechen este recurso, en mi opinión!”
María Jesús Erustes – Dicusad
“Mi proyecto se centra en mejorar la calidad de vida de las personas dependientes mediante la digitalización y el empoderamiento de los auxiliares del personal sociosanitario.
Estamos desarrollando un software dirigido a empresas y ayuntamientos, con aplicaciones móviles para auxiliares y usuarios. Además, ofrecemos una aplicación destinada a auxiliares que trabajan en domicilios particulares, junto con otra para las personas dependientes. Todo esto está integrado con inteligencia artificial y conectado a dispositivos médicos y sensores para facilitar el acceso a la información relevante.
Para mí, era crucial encontrar un espacio donde pudiera desarrollar mi proyecto y compartir ideas sobre emprendimiento y lo encontré en la Incubadora. Es difícil encontrar un entorno donde se valore realmente la innovación y el impacto social que podemos lograr.
Los obstáculos que he enfrentado, especialmente en términos de formación y mentoría, han encontrado solución aquí. La Incubadora me ha proporcionado la formación específica que necesitaba y la orientación de mentores expertos que han sido fundamentales para dirigir mi proyecto en la dirección correcta.
Lo mejor de haber puesto en marcha este proyecto ha sido el aprendizaje continuo que estoy experimentando. Independientemente de los resultados finales, el crecimiento personal y profesional que he alcanzado es invaluable.
En la Incubadora no solo he encontrado los recursos técnicos necesarios, sino también una comunidad de emprendedores que comparten mis mismas pasiones y desafíos. Es un lugar donde puedes aprender, crecer y conectar con personas que piensan y actúan como tú”
Fran Cuesta – Butterfly Eventos
“Ofrecemos una amplia gama de servicios que van desde animaciones infantiles hasta rincones de glitter y limonada para bodas, coordinación de eventos y fotomatón para diversas celebraciones. Nuestra aventura comenzó cuando la empresa para la que trabajaban dejó de ofrecer servicios de animación infantil, lo que nos llevó a tomar la iniciativa por cuenta propia.
Decimos entrar en la Incubadora ya que vimos en este espacio una oportunidad única para obtener formación especializada, asesoramiento experto y apoyo continuo, recursos que son escasos en el mundo del emprendimiento si se busca fuera de entornos especializados. Además, valoramos mucho la importancia de contar con un lugar físico adecuado para atender a clientes y desarrollar nuestro negocio de manera profesional.
La Incubadora ha sido fundamental en la resolución de problemas legales, fiscales y administrativos. Temas como contratos de servicios, relación con las administraciones públicas, estrategias de marca, marketing y posicionamiento aquí nos han dado orientación y solución gracias a los recursos disponibles y la red de mentores con la que contamos en el programa de incubación.
Lo mejor de este proceso ha sido la combinación de crecimiento personal y profesional que hemos experimentado hasta ahora.
Recomiendo a todos los emprendedores que presenten sus proyectos a la Incubadora ya que es un lugar perfecto para aprender, crecer y establecer conexiones significativas en un ambiente diseñado para fomentar el éxito empresarial”.
María González y Clara Sánchez – Innova Diabetes
“Nuestro impulso inicial fue la necesidad de unificar diferentes profesiones sanitarias en torno al cuidado de la diabetes. Para nosotras, Innova Diabetes representa un congreso multidisciplinar donde cada profesional puede aportar su conocimiento y experiencia, siempre con el paciente en el centro de nuestro enfoque. Queremos que los pacientes encuentren equipos de profesionales que comprendan la diabetes a fondo y que trabajen de manera coordinada para mejorar su calidad de vida.
Decidimos ingresar a la Incubadora porque fue el punto de partida ideal para nuestro proyecto. Necesitábamos dar un salto tecnológico y contar con el respaldo empresarial necesario para hacer realidad nuestra visión. La Incubadora nos proporcionó no solo la creación de nuestra página web, sino también valioso asesoramiento y oportunidades de networking que han sido fundamentales para avanzar.
En términos de dificultades iniciales, la parte económica y la gestión del tiempo eran nuestros mayores desafíos. Iniciar un proyecto como el nuestro, impulsado por la pasión pero también limitado por la falta de experiencia en gestión empresarial, requería recursos y orientación que encontramos en la Incubadora. Conectar con otros emprendedores en situaciones similares nos ha brindado apoyo y ha enriquecido nuestra perspectiva, haciendo que nuestro camino no sea tan solitario.
Recomendaríamos la Incubadora sin duda alguna por el ambiente de alta tecnología que promueve la innovación. Sabemos que estar aquí nos está permitiendo llevar nuestra idea más allá, haciendo que sea más profesional y tecnológicamente avanzada”.