El mundo de la publicidad avanza tan deprisa que ya está pensando en los futuros consumidores. ¿Usted ha pensado cómo será su cliente dentro de 10 o 20 años?
Son múltiples los nombres que ha barajado el marketing y la publicidad para denominar a este grupo nacido después de 1994, el primero auténticamente nativo digital. Generación Net, Generación Boomblet, Founders, Generación 9/11… y finalmente se les viene llamando generación z o post-millennials.
La “generación z” son los próximos consumidores, apenas son adolescentes o jóvenes incipientes y las marcas se están esforzando por conocerlos, por saber qué desean y cómo lo desean. Aunque también es posible que este grupo sean sus consumidores del presente. ¿Los conoce ya?
ASÍ SON LOS INDIVIDUOS DE LA GENERACIÓN Z:
– Han crecido en plena crisis y son entre el 15 y el 20% de la población española.
– Asumen la diversidad como algo normal y están concienciados con el entorno, pues conocen el cambio climático desde siempre.
– Su principal fuente de información es Internet, y el uso de la tecnología es su día a día.
– Han tenido siempre un teléfono inteligente en la mano.
– Socializan a través de las redes sociales, pero prefieren las menos convencionales (SnapChat, antes que Facebook).
– Son exigentes y dinámicos.
– Son creativos, autosuficientes y autodidactas. Un tutorial en YouTube, o los consejos de Google, son sus profesores ideales.
– Cada individuo quiere ser diferente del resto.
A la generación z le gusta ser diferente, encontrar su espacio. Al contrario de lo que pasa con los Millennials, quieren salirse de cualquier patrón establecido.
Por lo tanto, ¿cómo encontramos una pauta para nuestra publicidad si no desean ser encontrados? La respuesta parece complicada, pero precisamente en la pregunta está la clave.
PARA QUE NUESTRA PUBLICIDAD ENCUENTRE A LOS “Z” CONVENDRÍA TENER EN CUENTA ALGUNOS ASPECTOS:
Su lenguaje, procedente de redes sociales e Internet, es muy visual y ágil. Imágenes, memes, símbolos…
Su canal natural es Internet y las redes sociales, están siempre conectados. Cualquier estrategia en medios tradicionales conviene apoyarla con estrategias online.
La publicidad que dirijamos a la generación z debe potenciar la creatividad. La música y el humor son también bien recibidos por este público.
Sus influencers preferidos son atípicos, sustituyen a los famosos habituales por “famosos casuales”.
Es conveniente utilizar un lenguaje más auténtico y transparente, saben que las marcas quieren venderles y no les gusta que les embauquen.
Valoran las experiencias, interactuar. Les gustan los anuncios que les permiten realizar alguna reacción al respecto: votar, conectarse, opinar…
Priman la compra en el punto de venta, que es más auténtica. Por lo tanto, es conveniente proveerles de una buena experiencia.
El precio de los productos no es lo importante, lo trascendente es que el producto encaje con su forma de ver la vida.
Un dato:
La generación z, los post-millenialls, nacieron cuando ya existía Internet, por lo que recurren a la red de redes para informarse. No obstante, menos del 15% tienen tarjeta de crédito, por lo que lascompras las realizan in situ. Prepare una buena experiencia de compra.
Un consejo:
Los “z” están muy informados, confían en Google desde el principio y se dirigen a él si tienen cualquier duda o desean comprobar lo que usted les está vendiendo. Sea sincero con los miembros de esta generación, natural y auténtico.
Actualidad:
Nielsen ha realizado un estudio para conocer quién consume más medios de comunicación, a través del cual ha descubierto que los miembros de la generación z han sido los más voraces en consumo de medios.
Junto con los millenials son los que más televisión ven, el 80% utilizan un ordenador de forma habitual y el 100% teléfonos inteligentes. Además, la música es el entretenimiento favorito de los “z”.
El resbalón publicitario:
Un año más el multitudinario Black Friday ha venido cargado de denuncias por estafa.
En un momento en el que los consumidores están deseando comprar y las empresas deseando vender, se da la circunstancia que algunos artículos ofertados tienen precios incluso superiores a los habituales.
Y en esta guerra de consumo, ¿qué responsabilidad tienen publicistas y medios?
Por Tomás Arriero. Gerente de Ventas del Grupo Prisa