Una firme vocación, la experiencia de años en el sector, la pasión por la moda y la ilusión por conseguir los sueños y metas marcadas, son los componentes que han guiado a Miriam Márquez durante toda su trayectoria, y los que le han ayudado a confeccionar el patrón de su carrera día tras día. Hemos hablado con la diseñara sobre sus inicios, sus proyectos, planes de futuro y todas esas cosas que son importantes para sentirnos bien con el trabajo que realizamos.
¿Cómo fueron los inicios?
Me crié entre modistas y ya desde pequeña me encantaba todo lo que tenía que ver con el mundo de la moda, desde el diseño, el patronaje, la confección… Hay mucho trabajo detrás de una prenda. Por eso, comencé a formarme en el diseño de modas y en diferentes aspectos que están muy relacionados con el sector. Al mismo tiempo que trabajaba iba estudiando, hasta que a los 25 años decidí abrir mi propio taller de confección en el que realizábamos prendas tanto propias como para otras marcas.
Fue una etapa muy gratificante en la que aprendí muchísimo.
Más tarde decidí cambiar de rumbo y llegué a trabajar al lado de grandes profesionales como Felipe Varela, todo un sueño para cualquier amante de la moda. Además, simultáneamente formaba parte del equipo de estilistas de Mediaset.
¡Una trayectoria de lo más completa y variada! ¿Cuándo tomas la decisión de volver a Talavera y abrir tu propio negocio nuevamente?
Como para casi todos los sectores la pandemia supuso un punto de inflexión, pero para la moda más aún. Hay que tener en cuenta que es un sector directamente relacionado con el ocio y la demanda bajó mucho por lo que el trabajo también se vio resentido. Por eso comencé a pensar en nuevos proyectos en los que embarcarme y decidí que no había ninguno mejor que aquél que pudiera dirigir yo misma.
Tal y cómo era la situación del sector, fue sin duda una decisión muy valiente pero también arriesgada…
La verdad es que sí, pero cuando al principio de mi carrera tuve mi propio taller me gustó mucho la experiencia y siempre había querido volver a hacerlo. Así que decidí intentarlo. Para trabajar para otros siempre había tiempo y yo quería volver a poner en marcha un atelier propio.
Entonces llena de ilusión abrí las puertas de mi atelier en Talavera, pero estaba en una entreplanta, un modelo de negocio que en otras ciudades está a la orden del día y del que las clientas hacen uso de manera habitual, pero que aquí no se conocía tanto. Pronto me di cuenta de que necesitaba un escaparate en el que poder mostrar el estilo y la calidad de mis prendas para que aquellas que buscasen una prenda o diseño más personalizado supieran un poco cuál era mi forma de trabajar y no entrasen “a ciegas” en el atelier. Así que un día caminando por la Travesía de San Isidro vi un local y supe que era el lugar perfecto para abrir mi tienda ¡y sin duda lo era!
¿Qué podemos encontrar en la tienda?
Prendas exclusivas, atemporales y confeccionadas con mimo. Apuesto por tejidos de alta calidad con los que la durabilidad de la prenda está garantizada durante muchos años. Es un estilo clásico aderezado con un toque de vanguardia, por lo que son piezas que sobreviven a modas y al paso del tiempo. Además se trata de prendas muy versátiles que pueden tener muchas vidas.
Mi punto fuerte son las americanas, me parece la prenda perfecta que siempre hay que tener en el armario. En Miriam Márquez las confeccionamos teniendo en cuenta que todo quede perfecto: cuello, mangas, solapas… Es una prenda muy elegante y que eleva cualquier look por lo que la forma en la que esté confeccionada es importantísima.
¿Y en el atelier?
Realizamos prendas a medida y fieles al estilo de la marca. Generalmente en el atelier diseñamos vestidos para cócteles, eventos, bodas… ¡Pero este año hemos ido un poco más allá y he hecho mi primera novia de primeras nupcias! Ha sido todo un reto pero una experiencia de lo más bonita. En el atelier nos adaptamos a los gustos y necesidades de cada clienta para ofrecerle justo lo que está buscando.
¿Cómo podemos reconocer una prenda de Miriam Márquez?
Son prendas de sastrería artesanal. Elijo tejidos de alta calidad que acompañen a mis clientas durante toda la vida y a todo tipo de eventos. Se trata de prendas con un estilo clásico a las que siempre añado un toque de artesanía que aporta una seña de identidad muy especial y que las hace únicas. Además, todas las prendas que salen de nuestro taller forman parte de ediciones limitadas, normalmente de entre 12 y 18 prendas, lo que también aporta exclusividad tanto a la prenda como a la persona que la luce.
Tras la apertura del atelier y la inauguración de la tienda en tan solo tres años
¿Qué planes de futuro u objetivos tienes?
En cuanto a la tienda, estoy trabajando en incluir en mis colecciones más prendas inferiores: faldas, pantalones… Actualmente en el local se pueden encontrar muchas americanas, blusas, chalecos… Pero me gustaría que pronto las clientas pudieran salir de la tienda con el look completo. Incluir algunos abrigos está también en mis planes. Estoy trabajando en ello para poder ofrecerlo muy pronto en la tienda de Talavera.
En cuando al atelier, me gustaría potenciarlo un poco más y darlo a conocer entre el público. Hasta ahora no he hecho mucha publicidad y las clientas que van llegando hasta él lo han hecho recomendadas por amigas y conocidas. Algo que, por supuesto, agradezco profundamente ya que no hay mejor publicidad que el boca a boca. Eso significa que aquellas que se han puesto en mis manos han quedado encantadas y confían en mí tanto como para recomendárselo a las demás.
Pero aun así me gustaría llegar a más gente, por eso de cara a la nueva campaña, que en mi caso comienza en el mes de febrero, me gustaría que me conocieran muchas más personas y se acercasen a mi atelier para comenzar a crear juntas el diseño perfecto para ellas.
Tu trayectoria dice mucho de ti y de tu forma de trabajar y de emprender. ¿Qué consejo les darías a aquellas mujeres que están pensando en emprender y no se deciden a hacerlo?
Tanto para emprender como para el resto de los aspectos de la vida, hay que dejarse guiar y hacer caso al corazón. Él siempre te dice hacia dónde debes ir. Soy consciente de que emprender no es fácil y no basta con tener un proyecto, hay que tener también ciertos medios para llevarlo a cabo. Por eso, si tienen un sueño les animo a que nunca lo olviden. Si en un primer momento no pueden ponerlo en marcha, es importante que con paciencia vayan trabajando y formándose para que cuando tengan lo necesario lo hagan sin haber perdido ni un ápice de ilusión.
Yo animo a todas las personas que tengan un sueño a que luchen por él, porque si no lo haces siempre tendrás esa espinita, ayudar a los demás a conseguir los suyos trabajando para ellos está muy bien, pero si tienes algo que realmente te mueva y te apasione encontrarás el momento perfecto para al menos dar los primeros pasos para que se convierta en realidad. Emprender es muy duro, pero la satisfacción y la libertad que te da el poder hacerlo no tienen comparación con nada.