Soy Adriana Prida, diseñadora y joyera artesanal. Estudié Bellas Artes y al terminar trabajé unos años como ilustradora, diseñadora gráfica y escaparatista.
Tras un par de años viviendo y trabajando en el extranjero volví a Madrid, mi ciudad natal, y por casualidades del destino un día pasé por la puerta de la Escuela de Joyería Artística y me llamó tanto la atención que me apunté al ciclo formativo.
Esta disciplina me cautivó desde el principio por su lenguaje escultórico y su relación con la moda. Tras estos primeros años aprendiendo las técnicas clásicas de la joyería siguió una etapa más práctica trabajando para la joyera mallorquina Auba Pont en “Aram”, su taller-galería de Joyería contemporánea ubicado en Palma de Mallorca, donde además de ayudarle a hacer sus piezas también vendía mis propias colecciones junto a otros joyeros internacionales.
Desde hace 8 años combino esta profesión de joyera con otros proyectos artísticos personales. En la actualidad trabajo desde casa creando mis piezas bajo el nombre Adriana Prida. Emprender una actividad profesional que te gusta es muy satisfactorio pero creo que deberían de existir más facilidades económicas desde el gobierno como hay en otros países europeos. Además si tienes hijos conciliar la vida laboral y familiar requiere hacer malabarismos con la gestión del tiempo.
La parte más positiva es que vivo el proceso de trabajo creativo desde la pasión y eso se ve reflejado en el producto final. Desde tiempos inmemorables se le adjudicó a las joyas valores simbólicos y emocionales aparte de decorativos. Todos ellos me han interesado siempre. Una de las partes que más disfruto es cuando creo piezas especiales, personalizadas, que tienen ese valor emocional para mis clientes.
Pueden ser recuerdos de un acontecimiento particular en sus vidas como un casamiento en el que las alianzas o un anillo de compromiso siempre les van a acompañar. ¿Te has fijado que de todos los productos o servicios en los que invertimos dinero, estas son las únicas piezas que se siguen usando a diario tras la fiesta de la boda? Creo que esto es un valor añadido a la hora de considerar esa inversión.
También hago joyas creadas a partir de piezas heredadas, normalmente encontramos en estos tesoros el valor del recuerdo de un ser querido que ya no está con nosotros, se puede reciclar el oro para seguir conservando ese vínculo pero llevando joyas con un diseño más contemporáneo que nos guste usar en vez de dejarlo guardado en el cajón.
Como mamá de dos peques conecto especialmente cuando me encargan una joya conmemorativa por un nuevo nacimiento. Son piezas talismán, estas conexiones son importantes para la gente, joyas que cuentan la historia personal de ese nuevo ser y están llenas de energías. A muchas madres les gusta llevar el nombre de sus hijos cerca de su piel.
La artesanía contemporánea promueve el equilibrio entre lo tradicional y lo moderno favorece el movimiento slow life como filosofía de vida. Es bueno pararnos a pensar en nuestros valores, disfrutar del aquí y ahora, apreciar el trabajo que hay detrás de un producto de calidad, con diseño y hecho a mano en España. Porque nuestro consumo tiene repercusiones económicas, sociales y culturales y está en nuestras manos hacerlo más sostenible. Creo que merece la pena alejarse un poco del consumo en masa que las grandes multinacionales nos brindan. Me gusta crear joyas que realmente tienen importancia para mis clientes.
Además de ese valor simbólico ofrezco mi propia sensibilidad artística. Como cada artista tiene su propio imaginario personal, su lenguaje de expresión, mis piezas reflejan modernidad y personalidad. Rehúyo de ese estilo convencional de la joyería clásica que a mi modo de ver, a veces resulta demasiado pulido y estandarizado.
Amo la naturaleza, me inspiran todas esas formas y texturas bellas en su imperfección que me llevan a crear piezas únicas, delicadas y especiales por su sencillez. Me siento muy identificada con la filosofía oriental Wabi-sabi que proclama esta estética de lo imperfecto y el uso de materiales naturales.
Desde mi pequeño taller en Cazalegas, un pueblo ubicado cerca de Talavera de la Reina, trabajo normalmente con plata de ley, latón bañado en oro, piedras preciosas o semipreciosas y también hago piezas de oro por encargo.
Para mí es muy importante cuidar la presentación de mi producto y entrego mi trabajo siempre con un packaging precioso creado por mí artesanalmente y una nota de agradecimiento escrita a mano, me parece que esto crea una conexión más humana con la persona que lo va a recibir.
Te invito a pasar por mi cuenta de Instagram @adrianaprida y que veas ejemplos de mi trabajo.
Si te gusta y estás interesad@ en regalar o regalarte algo especial me puedes escribir un email a adriaprida@gmail.com o un mensaje privado a través de Instagram.
También puedes adquirir algunas de mis piezas en mi tienda online
www.etsy.com/shop/AdrianaPrida