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Publicidad social coherente

Publicidad social Coherente

Publicidad social coherente

En este mundo empresarial tan competitivo, con inmensidad de marcas, donde se hace complicado encontrar nichos nuevos, donde es difícil diferenciarse por calidad o por precio, en un mercado que provoca innumerables impactos publicitarios y mensajes de todo tipo en torno a los productos… los intangibles, las pequeñas cosas, vuelven a ser la clave para vender más.

El corazón, la filosofía, la forma de ser de las empresas son algunos de esos pequeños elementos que hacen sobresalir de entre la multitud. Es por ello por lo que cada vez más empresas se vuelcan con campañas de publicidad que buscan el bien común.

La publicidad social, no tiene ánimo de lucro evidente y apunta a causas que favorecen el bienestar colectivo. Pero no sirve defender principios que estén de moda o que consideremos justos, sino que debemos centrarnos en una causa con la que el transcurrir de la actividad empresarial esté en sintonía y si, además, realizamos acciones que la favorezcan resultaremos más creíbles.

Obviamente, sería contraproducente que una empresa realice publicidad para defender una causa si luego en el día a día perpetra acciones en su contra. Por ejemplo, no puede lanzar un spot en favor de la igualdad de género, si sus propios empleados reciben salarios diferentes en función de si son hombres y mujeres. Hacer algo así podría ser muy costoso para su imagen y sus intereses.

La publicidad social, no por sus motivos es diferente al resto de campañas de publicidad, debe seguir buscando persuadir y llegar al mayor número de personas (al menos dentro del niño seleccionado). Dentro de sus múltiples temáticas señalaremos algunas:

  • Medioambiental: Busca proteger el entorno, ya sea cercano o más recóndito, en cualquiera de sus ámbitos.
  • Salud y bienestar: Buscan la lucha contra alguna enfermedad o hábito nocivo, o crear costumbres saludables.
  • Solidaridad internacional: Hacen referencia tanto a sucesos puntuales acaecidos (catástrofes naturales, sucesos sociales…) como a problemas coyunturales de distinto tipo.
  • Colectivos marginados o desprotegidos: Inmigrantes, enfermos, drogodependientes, niños…

Los beneficios de este tipo de campañas en cuanto a imagen de marca son evidentes, pero sus ventajas van más allá pues también revierten en la lealtad de los consumidores y en el propio bienestar de los empleados pues cualquier persona se siente cómodo, motivado e incluso presume de una empresa con valores.

Un dato: La experiencia de compra, los valores y la atención personalizada están siendo cada vez más importantes de cara a que los consumidores opten por uno u otro producto.

Un consejo: Es preferible que no realice ninguna campaña de publicidad social si no está totalmente seguro de que su labor empresarial es acorde con su causa.

Actualidad: La Fundación Avon para la Mujer ha realizado una investigación en más de 15 países, con más de 14.000 mujeres, para conocer en profundidad las experiencias de violencia de género a las que se enfrentan, y apoyar su erradicación. En la campaña de comunicación Avon muestra su preocupación por lo mucho que hay que hacer todavía respecto al tema, y en la misma está implicado el propio CEO de la compañía.

El resbalón publicitario: Un estudio de la consultora Ebiquity ha desvelado que de cada euro invertido en publicidad programática en internet solo entre 15 y 20 céntimos conectan realmente con el público deseado. Mucha de esta inversión se pierde por la poca claridad de los medios tecnológicos que ejecutan esta publicidad digital comercializada de forma automática.

Por Tomás Arriero

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