«Hace algunos años, cuando decidí emprender, uno de mis mentores me regaló el mejor consejo de estrategia empresarial que he recibido nunca, me dijo: “Rebeca, si conoces a alguien de tu sector que le va fenómeno y que tiene éxito, corre, vete a su lado, pregúntale cómo lo hace, obsérvalo, modela a los grandes y serás uno de ellos”.
Por eso cuando en mi entorno se empezó a hablar de las técnicas de alto impacto, que hace más de tres décadas se realizan en empresas como Coca –Cola, Microsoft y American Express en Estados Unidos, corrí, pregunté, observé y modelé.
Y os preguntaréis ¿cómo puede afectar a mi negocio que yo ande por el fuego, o por cristales rotos, rompa una tabla de madera con la mano, una flecha con el cuello o doble una barra de hierro también con el cuello?
Pues bien, todas estas técnicas de alto impacto son las que yo he realizado desde que empezó mi aventura emprendedora, y para mi han sido un “ATREVERME”, porque… ¿Cómo mejoraría tu empresa, por no decir tu vida, si tuvieses un 30% menos de miedo? ¿Y si fuese un 50%?
Estas técnicas son un reto que potencia el empowerment empresarial, la capacidad de liderazgo, el coraje y otras actitudes que tantas veces influyen en el éxito. Van a facilitar que aprendas que en realidad puedes hacer mucho más de lo que crees. Es como un recordatorio que te dice “espabila, has hecho cosas mucho más difíciles. Ve y consigue ese cliente” o “sal ahí y borda la presentación”.
Yo recuerdo la primera vez que disfruté de una de estas técnicas. Estábamos acabando una formación de emprendimiento, y todos teníamos nuestras dudas y miedos.
En una cultura como la nuestra, donde el “estudia una oposición que es para toda la vida” es el lema del 98% de las casas, decidir emprender generaba muchas veces ansiedad, miedos, dudas y desvelos…
Después de 5 días de formación llega el facilitador y nos reparte unas tablas de madera…No eran unas tablas finas de madera, no, eran unas tablas gruesas de madera, y nos explica que las vamos a romper con la mano.
ERA IMPOSIBLE, yo veía el grosor, intentaba doblarla con ambas manos, y no se podía, y pensé, esto es un truco para ver si nos atrevemos o no, pero cuando vayamos a hacerlo nos pararán. En ese momento justo nos pasaron un documento de exención de responsabilidad y pensé…Esto va en serio.
Nos hizo escribir nuestro mayor miedo con respecto al emprendimiento en la tabla, la colocamos entre dos tabiques de cemento y uno a uno, instruidos por él, la fuimos rompiendo con una mano.
Para mí ha sido una de esas experiencias que nunca olvidaré, en mi mente se produjo lo que los ingleses llaman un breakthrough, básicamente y para que nos entendamos, cortocircuité.
Primero porque había conseguido algo que, a priori, me parecía IMPOSIBLE, y segundo, porque había gestionado el MIEDO. Me había ATREVIDO, y cuando terminé, la sensación que recorrió todo mi cuerpo y se grabó en mis células fue…PUEDO CON TODO.
Si las grandes empresas de éxito internacional le dan tanta importancia al entrenamiento mental de sus empleados, socios y colaboradores, es porque ese empoderamiento, esa motivación, esa gestión emocional, consigue personas más capaces, felices, comprometidas y productivas, y así, el camino al éxito es infinitamente más fácil.
Y tú, ¿Te atreves?
Autora: Rebeca de la Fuente. Coach personal – www.aellas.es