LA DIFERENCIA ESTÁ EN LA CALIDAD
Entrevista a Ángel Barrios Suero, director comercial de Cuadros Eléctricos JM
No hay duda de que el espíritu emprendedor y la pasión en lo que hacen unieron a estos tres amigos: Ángel, Mario y David. Gracias a ello crearon este espacio, en el que ofrecen a sus clientes una gran calidad, experiencia y seguridad a la hora de fabricar, diseñar e instalar todo tipo de cuadros eléctricos. Y es que el trabajo bien hecho les ha convertido en líderes de nuestra comarca en este sector.
¿Cuánto tiempo hace que comenzaron?
Parece que fue ayer, pero ya llevamos 5 años. La andadura en sí fue en julio de 2013 pero realmente nos convertimos en Sociedad Limitada en mayo de 2014. Todos venimos del mismo grupo, el cual cerró y, ante la falta de trabajo, se nos ocurrió la idea de gestionar un negocio. Yo monté una pequeña empresa de compra y gestión comercial y David y Mario montaron Cuadros Eléctricos JM. A partir de ahí nos unimos los tres y decidimos trabajar juntos en este proyecto, y esperamos seguir muchos años más.
¿Cuáles son los servicios que ofrecen?
Nos dedicamos fundamentalmente a la fabricación, diseño y montaje de cuadros eléctricos. Estamos dentro del sector industrial y eléctrico, lo cual nos hace entrar en las grandes instaladoras como venta de tipo final. Yo diría que el 99 % de nuestros clientes es cliente privado, instaladoras eléctricas, constructoras y algún fabricante eléctrico.
¿Qué quieren los clientes de sus servicios?
Principalmente quieren calidad, que es nuestra norma para diferenciarnos del resto de la competencia. Siempre intentamos dar lo mejor y al mejor precio.
¿En que ámbito territorial se mueve Cuadros Eléctricos JM?
Mayoritariamente, a nivel nacional. El proyecto global se vende en España aunque luego nuestros clientes son los que se encargan del envío internacional.
¿Cómo está distribuido el trabajo en las instalaciones? ¿Cuál es su línea de trabajo?
Todo el trabajo lo desarrollamos aquí. La línea funcional es la siguiente: los pedidos entran en el ordenador, se distribuyen a producción para el arranque de obra y la oficina técnica diseña el pedido. Ese pedido viene básicamente de una oferta, la cual se convierte en un frontal de un cuadro eléctrico, se hace la solicitud para comprar el material y cuando lo recibimos empieza la producción en el taller. A continuación se selecciona, en función del volumen, el personal que se asigna a esta obra. Una vez que está finalizado, el cuadro se embala y se lleva al cliente.
¿Cuál es la situación más difícil que afrontan ustedes en este trabajo?
Sin ninguna duda, errores nuestros. Que se dé la circunstancia de que en nuestros procesos de compras, oficina técnica, producción y pruebas tengamos algún error que no detectemos aquí y luego se detecte en obra. Ese es el mayor problema que podemos tener porque al final el cuadro es el corazón de la instalación. Imagínese si ese cuadro está mal diseñado… al final es el que nos protege de un toque intempestivo evitando las descargas eléctricas. El mal funcionamiento conlleva a que tengamos una enorme responsabilidad. Además no solo por funcionalidad, sino también por seguridad. Considero que nuestro trabajo cumple básicamente dos requisitos: dar servicio y proteger.
¿Qué tipo de normativa hay para gestionar eso?
La normativa que aplica por supuesto es la europea, pero la empresa tiene otra que supera la propia europea ya que en muchas ocasiones nos debemos adaptar a normativas internacionales según nos indiquen nuestros clientes, ya que muchos de nuestros productos se dirigen a mercados fuera de la propia unión europea.
¿Qué hace a Cuadros Eléctricos diferente?
Algunos de nosotros llevamos 20 años de experiencia en el sector y sabemos y conocemos lo que quiere el cliente. Hay clientes que nos exigen bastante calidad, sobre todo uno en concreto. Lo que hacemos es que en vez de darle calidad a ese y bajar la calidad a los demás, le tomamos como bandera y aplicamos la más alta calidad a todos los cuadros, ya sea pequeño o grande. Creo que eso es lo que nos diferencia de los demás. También cumplimos normativas como la 9001 y la 14001, que casi nadie de nuestra competencia las tiene y eso nos da un valor añadido. Principalmente es eso, intentamos dar un servicio que los demás no den. Es la única forma de estar en el mercado, porque si no es complicado. Procuramos que este sector que es muy de números se convierta en un sector de personas.
En este tipo de negocio es importante contar con una alta cualificación por parte de los trabajadores. ¿Qué tipo de personas componen el equipo de trabajo?
La formación es muy importante y, en nuestro caso, toda la gente del taller es de corte técnico. La mayoría son oficiales de primera no solo por sus estudios, sino también por los años de experiencia que llevan dedicándose a esta profesión. Intentamos que sean oficiales de primera y cualificados técnicamente, porque principalmente trabajamos aquí pero también salimos fuera a cualquier tipo de instalación y tenemos que dar imagen de empresa. Y no es lo mismo enviar a un peón sin cualificar que a un técnico altamente cualificado.
Además de esto, hacemos cursos de formación constantes, cursos obligados, ya que trabajar con grandes clientes nos exige estar siempre actualizados. Nuestra política de empresa nos obliga a tener el personal al día, y cada vez más. Realmente es algo bueno y productivo tener a la gente actualizada en las mejoras que se producen en nuestro mercado.
No hay duda de que en un proceso de fabricación la calidad es uno de los pilares más importantes. Háblenos de ese certificado de calidad, Ángel.
Así es, es imprescindible contar con certificados que corroboren el buen trabajo y den tranquilidad a los clientes. Como le comentaba, nosotros tenemos la ISO 9001. Principalmente, la calidad lo que te obliga es que, en nuestro caso, el proceso de producción esté siempre por escrito.
Soy un defensor de la calidad porque creo que es un acto de mejora continua y prácticamente desde que arrancamos, nuestros clientes nos la han exigido. Competimos con bastantes empresas que no tienen nuestro mismo sistema de calidad. Nuestra asesoría nos orienta en todo momento en los pasos a seguir en nuestro proceso de producción. El seguimiento es por una parte compras, otra producción y, por supuesto la calidad, etc. Hay una línea escrita y todos vamos en la misma dirección.
Vivimos tiempos en los que cada vez más empresas se suman a la iniciativa de cuidar el planeta. ¿Cuál es el compromiso de Cuadros Eléctricos con el medio ambiente?
En este sentido, estamos muy comprometidos. Tenemos la normativa 14001, que es la de medio ambiente. Nos orienta un poco a cómo respetar el medio ambiente, ya sea cuidar dónde depositar los productos peligrosos, plásticos y demás.
También intentamos comprar el material en zonas locales para evitar degradar el medio ambiente con los transportes. Creemos que comprando en modo local mejoramos lo que nos rodea. Ojalá todo el mundo lo hiciese, nosotros al menos lo intentamos.
¿Cómo ha cambiado el sector de la electricidad en los últimos años?
Está claro que en general ha cambiado todo, no solo el sector de la electricidad. Las nuevas tecnologías han supuesto un cambio radical en nuestras vidas porque antes estaban comunicadas las personas y ahora están comunicadas las máquinas. En el caso de este sector, ha supuesto una gran modernización porque lo que hace 30 años se hacía con cable ahora se hace de manera inalámbrica. Estamos todos comunicados con programas informáticos, esto posibilita que incluso podemos hacer tareas desde casa gracias al teletrabajo.
La parte comercial y la parte de calidad son aspectos que pueden controlarse a distancia. La mayoría de nuestros cuadros ya van comunicados para que desde un smartphone puedan controlar en qué estado se encuentra cada una de nuestras instalaciones. El poder controlar todo desde el móvil es algo que cada vez está más cerca y en la parte industrial es igual.
Debido a estas nuevas tecnologías, ha habido que apresurarse un poco y adaptarse a ello rápidamente. ¿Cómo ha afectado a su empresa?
Es cierto, el campo tecnológico es un elemento que avanza a pasos agigantados. En nuestro caso, nos hemos adaptado aprendiendo e invirtiendo en formación en materia de seguridad o de medio ambiente y qué duda cabe el estar actualizados con los nuevos productos de los fabricantes.
La industria 4.0 hace que el fabricante que te vende el material es el primero que actualiza. Ese mismo fabricante nos da cursos para conocer las bondades del nuevo elemento con respecto al anterior y aparte orientarnos de como vendérselo a nuestros clientes.
El primer fabricante que se metió en este negocio y que fue el visionario ha sido el que más nicho de mercado ha cogido. Los primeros que apostamos por él ahora llevamos 3 años de experiencia más que los nuevos y claro, se quedan fuera de obra porque nosotros ya sabemos técnicamente cosas que ellos no saben. Por eso creo que hemos sabido adaptarnos a las nuevas tecnologías.
¿Tienen algún proyecto nuevo de cara al futuro?
Sí, tenemos algo ya en mente. Estamos intentando entrar en el sector de los vehículos eléctricos. Creemos que es el futuro presente, porque está aquí ya y creemos que va a haber un incremento importante de negocio. El sector de los coches eléctricos puede parecer muy bonito a simple vista pero cada coche eléctrico necesita su cargador eléctrico. Evidentemente, cada cargador eléctrico necesita un cuadro de protección, con lo cual si se venden 100.000 coches al año se montan 100.000 cuadros al año. Intentaremos coger el mayor porcentaje del mercado porque es lo que va a estar en auge en estos próximos años, por varias razones. Primero, el tema de la gasolina, cuyo uso ya se está limitando. Segundo, que ese cargador va a consumir una electricidad y esa electricidad hay que generarla también, lo que conlleva que tendremos que tener más energías renovables. Hay que pensar que pasar del carbón o el petróleo a tecnologías alternativas implica una gran inversión.
¿Alguna anécdota que les haya pasado? Le gustaría destacar algo…
Como dato curioso me gustaría destacar este hecho. Se podría decir que Cuadros Eléctricos JM somos los Apple de Talavera y de Pepino porque empezamos en un garaje. Empezamos en el garaje del padre de Mario y desde ahí hasta ahora que tenemos 2.000 metros cuadrados. Es algo que mucha gente no sabe y se van a sorprender cuando lo sepan.